Rescate europeo confirma que la crisis capitalista se está extendiendo
Los/as trabajadores/as deben unirse para luchar contra los ataques de los banqueros
Por Fred Goldstein
El mensaje más importante que la clase trabajadora debería recibir
del reciente rescate europeo y de los altibajos de los mercados de valores, es
que el capitalismo está fracasando como un sistema económico y ahora
es el momento para que la clase trabajadora emprenda una lucha.
Los gobiernos capitalistas europeos y el Fondo Monetario Internacional han
tenido que comprometerse a poner hasta 980 miles de millones de dólares
para mantener a los gobiernos de Grecia, Portugal y España financieramente
a flote. Los temores de un inminente incumplimiento de la deuda por el gobierno
de Grecia y las amenazas de futuros incumplimientos por Portugal y España,
provocaron una reunión de emergencia de los Ministros de Finanzas europeos
y una fuerte intervención de Washington.
Dieciséis países utilizan el euro, que está controlado por el
Banco Central Europeo como una moneda común. Ese banco convino en hacer o
garantizar 575 miles de millones de dólares en préstamos. La
Unión Europea en su totalidad, compuesta de 27 naciones, prometió 80
miles de millones de dólares adicionales, y el FMI acordó poner otros
325 miles de millones. Esto supuestamente cubrirá los déficits
públicos de esos tres países de Europa del sur y otra deuda en
peligro del gobierno durante los próximos tres años.
El rescate del gobierno es rescate bancario
El objetivo real es para asegurarse que estos gobiernos puedan pagar sus deudas
a los bancos. Así que el rescate del gobierno es también rescate de
los bancos, encaminado a impedir un colapso financiero global del tipo que casi
tuvo lugar cuando Lehman Brothers fracasó en los Estados Unidos en
septiembre de 2008.
Bancos y aseguradoras europeas poseen 193 miles de millones de dólares en
deuda del gobierno griego. Pero también tienen 240 miles de millones de
dólares en deuda del gobierno de Portugal y 832 miles de millones de
España. Grandes bancos europeos también tienen inversiones que
están en peligro en bancos griegos.
Gran parte de esta deuda fue incurrida durante los períodos de
expansión económica. Aunque la crisis económica capitalista ha
reducido la base fiscal de los gobiernos, los bancos todavía quieren su
libra de carne, aunque venga de los recortes en los servicios, los salarios de
los/as trabajadores/as públicos, las pensiones y los beneficios. El sur de
Europa está experimentando crisis presupuestarias y recortes similares a
aquellas que tienen lugar en California, Michigan, Rhode Island, Illinois y
muchos otros estados en los Estados Unidos.
Las agencias crediticias han bajado la categoría de los bonos del gobierno
griego a calidad de “bonos basura”, y la clasificación del
crédito de Portugal y España está cayendo. Eso significa que los
banqueros y otros tiburones de préstamos financieros del mundo capitalista
ya no prestarán dinero a estos gobiernos o van a cobrar tasas de
interés tan altas que los gobiernos no pueden pedir prestado.
Pero los gobiernos tienen que pedir prestado para poder pagar las deudas en que
han incurrido por préstamos anteriores. Así que quedan atrapados en
una trampa deudora que podría llevar a la morosidad de sus préstamos.
Por eso, lo que está ocurriendo en Europa es en realidad un rescate de los
bancos.
Apuestas altas para Wall St. y Washington
Wall Street y Washington también tienen un gran interés en este
asunto. La administración ejerció una enorme presión para reunir
el rescate de billones (millones de millones en USA) de dólares.
El presidente Barack Obama estuvo en el teléfono con la primera ministra
alemana Angela Merkel, presionándola para que renunciara a su
oposición del rescate. La capital alemana tiene que ser un prestamista
importante bajo el plan.
Obama también estuvo en contacto telefónico con el presidente
francés, Nicolás Sarkozy. El vicepresidente Joseph Biden se
reunió con el Primer Ministro español José Luis Rodríguez
Zapatero. El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, presionó a los
ministros de finanzas, mientras que la Reserva Federal se comprometió a
suplir dólares a varios bancos centrales europeos en un intercambio de
monedas para que pudieran hacer los pagos en dólares, si fuera
necesario.
La urgencia de la intervención de Washington se presentó por el hecho
de que bancos de EEUU tienen $3,6 billones expuestos en los bancos europeos,
incluyendo $1 billón en Francia y Alemania y $200 miles de millones en
España, según el Bank for International Settlements. Una cadena de
incumplimientos de pago originados por el incumplimiento de Grecia y de otros
gobiernos pondría en peligro los bancos de EEUU y podrían ocasionar
una nueva crisis financiera en Wall Street.
Además, un colapso económico en Europa podría golpear a las
corporaciones estadounidenses que exportan a esos países. Más de una
cuarta parte de las ganancias de las 500 principales empresas del índice
Standard & Poor’s provienen de las exportaciones — muchos de
ellas a Europa. Así que la presión para este rescate por parte de la
administración Obama no era para salvar a Europa, sino para salvar a Wall
Street y a los grandes industrialistas de los EEUU.
Al final de esta cadena financiera están los/as trabajadores/as. Los
bancos han estado sangrando a los gobiernos de la Europa meridional. Esto
significa el sangrado de los/as trabajadores/as que crean la riqueza y el valor
que va al tesoro de los gobiernos y termina siendo pagado en intereses. Los
gobiernos capitalistas son conductos para la transferencia de riquezas de
los/as trabajadores/as hacia los banqueros.
Ahora que los gobiernos están en una situación de deuda insostenible,
los banqueros quieren que los gobiernos de Grecia, Portugal y España
recorten aún más a la clase obrera como precio del rescate.
Mientras que los bancos en Europa y en EEUU siguen cosechando cientos de miles
de millones en ganancias, el desempleo en Grecia está oficialmente
alrededor del 10 por ciento. Igual en Portugal y alrededor del 20 por ciento en
España. Esta es la cifra oficial de desempleo, lo que significa que, como
en EEUU, la cifra está muy por debajo del desempleo real. Esta es una
crisis para la clase obrera y los patronos quieren empeorarla.
Eso es lo que está impulsando la heroica y pertinaz resistencia de la
clase trabajadora griega que ha salido a las calles para detener los ataques a
sus pensiones, a su fecha de jubilación, a sus salarios y a su nivel de
vida.
De hecho, el plan de rescate griego estaba destinado a detener el contagio de
una quiebra financiera y una crisis económica. Pero también
tenía por objetivo evitar el contagio de la lucha de clases, lo que
fácilmente podría crecer entre las clases obreras militantes del sur
de Europa.
La clase trabajadora griega luchó contra la ocupación nazi y la
contrarrevolución respaldada por Bretaña después de la Segunda
Guerra Mundial. Cuando las colonias africanas y asiáticas de Portugal
estaban luchando y ganando su libertad, la clase obrera de Portugal estaba
metida en un levantamiento revolucionario que llegó al borde de una
revolución proletaria en 1974. Los/as trabajadores/as en España
lucharon contra el régimen fascista de Franco y llevaron a cabo una
heroica resistencia clandestina durante décadas.
Estos tres países constituyen las partes más pobres, más
clasistas, y más militantes de Europa. Una lucha en el sur podría
fácilmente extenderse hacia el norte, donde los/as trabajadores/as han
estado bajo constante presión de las clases gobernantes de Alemania,
Francia y Bretaña.
El capitalismo depende del estado para mantenerse vivo
Lo que muestra esta reciente crisis es la total dependencia de la clase
capitalista en Europa, Estados Unidos y Japón, en el estado como soporte
fundamental para mantener al sistema. Los estados capitalistas tienen que
acuñar dinero para prestar a los bancos y a gobiernos debilitados solo
para impedir temporalmente las crisis catastróficas que traen
devastación a los/as trabajadores/as y los/as oprimidos/as.
Pero acudir a la máquina impresora no crea ningún valor. Solo los/as
trabajadores/as crean valor. La Unión Europea, el Banco Central Europeo,
el Sistema de Reserva Federal Estadounidense y el Ministerio de Hacienda pueden
imprimir dinero para prestarle a los bancos y rescatarlos solamente por un
tiempo. Pero la sobreproducción capitalista, el lento crecimiento y la
estancación económica están estrangulando el sistema y creando
un desempleo masivo a largo plazo. Además, el sistema está siempre al
borde del colapso, como muestra la reciente crisis en Europa.
Desenmascarando la “recuperación de empleos”
El gobierno y los medios de comunicación corporativos en Estados Unidos
estaban glorificando las grandes cifras del “crecimiento de
empleos” cuando surgió la crisis europea. Esa dosis de realidad
provocó la sobriedad a todos los que estaban intoxicados con la
“recuperación” del sistema.
Habían brindado por la supuesta creación de 290.000 empleos
estadounidenses en el mes de abril. Una evaluación más seria de estas
cifras trae poco consuelo a los/as trabajadores/as. De los 290.000 empleos,
62.000 eran empleos a corto plazo para el trabajo del censo poblacional.
Según el gobierno, 150.000 trabajadores/as nuevos/as entran a la fuerza
laboral cada mes. Así que de los 290.000 empleos nuevos creados, solo
quedarían 80.000 para los/as desempleados/as.
Éste no pone ni una mella en el número de trabajadores/as que
están desempleados/as, subempleados/as o que se han desanimados por no
encontrar empleo y se han salido de la fuerza laboral. Esta cifra, llamada
desempleo total o U6 por el Buró de Estadística Laboral, está en
30 millones. De hecho, la tasa ordinaria de desempleo subió del 9,7 por
ciento a un 9,9 por ciento el mes pasado, y aún más importante, la
cifra de desempleo total subió del 16,9 por ciento al 17,1 por ciento.
Puede que haya una recuperación en las ganancias y negocios capitalistas,
pero no está resultando en emplear de nuevo a los/as millones de
trabajadores/as que perdieron sus puestos. Además, la posibilidad de una
recuperación masiva de la producción capitalista y de los empleos se
ha eliminado de la agenda histórica.
En su lugar, el sistema va tambaleándose de crisis en crisis. La
única salida para los/as trabajadores/as es seguir el camino de la clase
trabajadora griega y no permitir que los patronos y los bancos pongan sus
crisis en nuestras espaldas.
Los/as trabajadores/as deben rehusar ser esclavizados/as por el “mercado
de empleos” capitalista donde cada día tienen que vender su mano de
obra a algún patrón o sino enfrentar el rechazo y el desempleo. El
empleo debe ser un derecho, un derecho político. Si los capitalistas no
pueden dar empleos a los/as trabajadores/as, el gobierno debe garantizar un
empleo o un ingreso a cada persona que lo necesite, un empleo con dignidad y un
sueldo suficiente para vivir.
Si el capitalismo no lo puede hacer, entonces ya es hora de derrocar el
sistema.
Goldstein es escritor del libro “Low Wage Capitalism”, un
análisis marxista de la globalización y sus efectos en la clase
trabajadora estadounidense. También ha escrito varios artículos y ha
dado charlas sobre la crisis económica actual. Para más
información, vea www.lowwagecapitalism.com
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