Ocupación estadounidense de Afganistán y Pakistán alcanza nuevo momento de la verdad
Por John Catalinotto
Las declaraciones tanto del mando de ocupación EEUU/OTAN como de los
portavoces de la resistencia afgana, indican que se cierne un enfrentamiento
militar en la provincia Helmand de Afganistán, concretamente en la zona de
Marjah. Al mismo tiempo, la muerte de tres agentes de EEUU en Pakistán
— ya sea de las Fuerzas Especiales o de los mercenarios
“contratistas” — expone el aumento de la participación
militar estadounidense en ese país de 170 millones de personas y que posee
armas nucleares.
La administración de Obama anunció su intensificación de la
ocupación de Afganistán el pasado otoño. Si el ataque sigue
adelante y la resistencia se defiende y lucha, esta intensificación
traerá un nuevo nivel de bajas en lo que el Pentágono llama “la
región de Af-Pak”.
En Afganistán, las fuerzas de la OTAN y su gobierno títere de
Afganistán, encabezado por el presidente Hamid Karzai, están llevando
a cabo una ofensiva de dos filos.
Uno es la amenaza de un ataque en Marjah, previsto para mediados de febrero.
Miles de tropas de la OTAN y de las tropas títeres afganas, encabezadas
por los infantes de marina estadounidense que acaban de ser enviados a la zona,
atacarían Marjah y expulsarían a la resistencia de su base más
segura. Los reportes dicen que 2.000 de las 80.000 personas que residen en la
llanura Marjah se han refugiado en la capital provincial Lashkar Gah, para
evitar los enfrentamientos.
El General EEUU Stanley McChrystal dice que la ofensiva tiene como objetivo
limpiar la región de los combatientes de la resistencia para que las
fuerzas aliadas al gobierno de Karzai puedan tomar el control.
Según el Secretario de Defensa de EEUU Robert Gates, la OTAN ha dado a
conocer el asalto “[para que] la gente sepa lo que viene con la esperanza
de que el centro de los talibanes, o muchos de los talibanes, simplemente se
retiren, y así tal vez habría menos confrontación”.
(Reuters, 7 de febrero)
Los refugiados sin embargo, dicen que los guerrilleros han estado
atrincherándose. “Los talibanes no van a dejar Marjah. Hemos visto
cómo se están preparando. Están trayendo personas y armas.
Sabemos que va a haber un gran combate”, dijo Abdul Manan, un refugiado
de la zona de Marjah. (Reuters, 7 de febrero)
Mulla Sharfuddin, comandante talibán en Helmand, dijo por teléfono a
la Prensa Islámica Afgana “los talibanes no tienen miedo de la gran
ofensiva planeada por las fuerzas extranjeras en Helmand. Estamos contentos de
que los extranjeros salgan de sus bases y nuestros combatientes los
atacarían”.
Sharfuddin, quien dijo que los talibanes cuentan con el apoyo popular,
también negó la propaganda de EEUU-OTAN que acusa a la resistencia de
sostenerse con fondos de la venta de drogas ilegales. “Los talibanes han
prohibido el cultivo de drogas durante su gobierno”, dijo.
(www.thenews.com.pk)
EEUU y Karzai intentan sobornar a los talibanes
El otro filo de la ofensiva es la supuesta oferta de Karzai de negociar un
acuerdo, y al mismo tiempo ofrecer a las tropas de los talibanes puestos de
trabajo. Hasta la fecha, Washington se ha negado a admitir que está
tratando de negociar con los talibanes o con otras fuerzas de la resistencia.
Es difícil concebir sin embargo, cómo Karzai podría perseguir
una maniobra diplomática seria sin el apoyo de los EEUU ya que su
régimen títere es totalmente dependiente de Washington para dinero,
armas y protección armada.
El imperialismo estadounidense siempre buscará la manera de dividir las
fuerzas que luchan contra él. Esto es especialmente cierto cuando se hace
imposible que las fuerzas de ocupación de EEUU ganen militarmente.
Así que el rumor de “dar a los combatientes talibanes puestos de
trabajo”, implica que la ocupación está en problemas.
Tampoco es convincente el argumento de que la mayoría de los combatientes
de la resistencia son simples mercenarios, que luchan por paga. Esto es
especialmente dudoso cuando se aplica a los combatientes de la resistencia que
participan en misiones suicidas.
Washington, por el contrario, se está volviendo más y más
dependiente de las fuerzas mercenarias para luchar en sus guerras
coloniales.
“Fuerzas especiales” caen en batalla en Pakistán
El escritor y periodista investigador Jeremy Scahill, que escribe sobre el
creciente uso de mercenarios para llevar a cabo aventuras militares
estadounidenses en Irak y Afganistán, escribió el 4 de febrero sobre
la muerte de tres “fuerzas especiales” estadounidenses en el
noroeste de Pakistán. (www.thenation.com)
“Los soldados murieron el miércoles en el Bajo Dir cuando su convoy
fue alcanzado por un coche bomba en lo que parecía ser un ataque dirigido
contra los americanos. Según el Comando Central, los soldados
estadounidenses estaban en el país en una misión para entrenar las
fuerzas fronterizas paquistaníes. El capitán Jack Hanzlik, portavoz
del Comando Central de Estados Unidos dijo que hay cerca de 200 miembros del
personal militar de EEUU en Pakistán”. Cerca de 60 a 100 de estos
son “entrenadores”.
Scahill sostiene que el aumento en la presencia de estos
“entrenadores” es generalmente precursor del desembarco de un mayor
número de tropas regulares de EEUU. También señala que gran
parte de la labor de formación se lleva a cabo por tropas mercenarias. En
Pakistán hay operarios de Blackwater (o como se llama ahora, Xe) que
trabajan como subcontratistas de una empresa pakistaní, la Kestral
Logistics.
Un portavoz paquistaní del Talibán, Tariq Azim, también
habló sobre los mercenarios: “Sabemos los movimientos de los
infantes de marina estadounidenses y de Blackwater y hemos preparado ataques de
bombas suicidas para ir tras ellos”. (The Nation, 4 de febrero)
El aumento de la intervención estadounidense en la región está
provocando cambios también entre las fuerzas antiimperialistas. En enero
hubo en Pakistán una reunión de diferentes tendencias de la izquierda
que por años han estado divididas, pero que ahora han llegado a un acuerdo
para fundar un “Frente Antiimperialista”.
En Afganistán, la propaganda estadounidense llama a todos en la
resistencia “Talibán”. Otros observadores señalan sin
embargo, que mientras el Talibán es la principal fuerza organizada en la
resistencia afgana, hay muchos otros envueltos. No todas estas fuerzas son
fundamentalistas y algunos son incluso seculares y marxistas. No son ahora un
frente de liberación unido, pero todos quieren echar a los EEUU y la OTAN
fuera de Afganistán y de toda la región.
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