EDITORIAL
Protesta del 20 de marzo
En el año desde que el Presidente Barack Obama llegó a ser el
comandante en jefe de las fuerzas armadas de Estados Unidos, las ilusiones de
millones de personas que ya no querían más guerras — tanto en
el Medio Oriente como en otras partes — se han ido al suelo.
Tantas pancartas y marionetas que se llevaron en las manifestaciones contra la
guerra antes de las elecciones, se enfocaron en la personalidad del Presidente
George W. Bush como la razón de las brutales e ilegales invasiones y
ocupaciones que sin piedad abatían a la resistencia en Irak y
Afganistán. A Bush se le veía como listo pero obtuso — la
guerra como un terrible error cometido por un hombre bruto, egoísta y sin
principios, de horizontes estrechos. Y por supuesto, siempre estuvo la figura
siniestra del vicepresidente Dick Cheney.
Ahora hay un equipo presidencial muy diferente en la Casa Blanca. Pero las
guerras continúan como antes, aún si la justificación que se da
es más refinada y la jerga patriótica no es tan obvia. De hecho, la
administración democrática está poniendo más dinero
aún en los bolsillos del complejo militar-industrial-banquero y ha
ampliado sus guerras para incluir a Somalia, Pakistán, Yemen y una
gigantesca armada alrededor de Irán.
Una elección nunca ha detenido una guerra. Fuerzas mucho más
poderosas que unos simples oficiales electos están detrás de la
gigantesca máquina del Pentágono. Debemos recordar que fue Richard
Nixon, quien no era ningún liberal, el que finalmente presidió en la
terminación de la Guerra de Vietnam. Como Bush, este criminal en la Casa
Blanca había tratado todos los trucos para permanecer en el puesto y
justificar la guerra. Pero durante su presidencia las manifestaciones estaban
suplementadas con deserciones, rechazo a pelear en la guerra y acciones masivas
militantes por jóvenes y soldados activos.
Los vietnamitas continuaron luchando heroicamente, el mundo estaba indignado y
la clase gobernante de Estados Unidos finalmente decidió que no podía
ganar. Entonces Nixon se convirtió en el “estadista” que
presidió sobre la retirada final de las tropas.
Ha tomado mucho tiempo — tiempo en el que decenas de miles de personas
han muerto — para que se entienda la realidad de que el cambio de
administraciones no va a traer el fin de la guerra en Irak. En este
período, los/as trabajadores/as en Estados Unidos han sido golpeados/as
con la peor recesión capitalista desde la década de los treinta
— una en la que una corta recuperación del mercado de valores no
produjo ninguna recuperación del mercado de trabajos, a pesar de los
colosales rescates para los bancos y las firmas financieras por parte de la
administración de Obama.
Mientras las guerras continúan, los empleos en el sector público
están desapareciendo conforme los estados enfrentan grandes recortes en
sus presupuestos. A nivel federal, el presupuesto está siendo balanceado
en las espaldas de los/as trabajadores/as aún cuando Obama libera a la
máquina militar de cualquier congelamiento en sus gastos.
Las guerras en el exterior y la miseria económica aquí no pueden
verse de manera separada. Son las dos caras de la misma moneda. En ambos casos,
la clase depredadora de los explotadores súper ricos está usando el
estado para proteger y garantizar sus monstruosas ganancias mientras espera que
los/as trabajadores/as en uniforme o en ropa civil pongan su dinero y su vida
en peligro.
Las manifestaciones contra la guerra que se han programado en Washington y
otras partes para el 20 de marzo — el séptimo aniversario del asalto
del Pentágono contra Irak — será un barómetro importante
para saber si el movimiento ha podido recuperar el impulso en el nuevo ambiente
político.
El Partido Workers World/ Mundo Obrero apoya las acciones del 20 de marzo y
participará en éstas en todo el país.
(Copyright 2005-2012, Workers World. Todos los derechos reservados. Permiso para reimprimir
artículos dado si se cita la fuente. Para más información
escriba a: Mundo Obrero/Workers World, 55 W. 17 St., NY, NY 10011; por e-mail:
[email protected]. WWW: http://www.workers.org)
|