Mitin en San Diego denuncia las deportaciones de estudiantes
Por Bob McCubbin San Diego, California
El 20 de mayo a las 6:20 de la mañana un número de pasajeros/as en el
trasporte público, incluyendo a estudiantes en camino a la escuela, fueron
detenidos/as e interrogados/as por la Patrulla Fronteriza, y oficiales de la
Administración para la Seguridad del Tránsito (TSA por las siglas en
inglés) en la estación Old Town en San Diego.
En un descarado acto de racismo, personas con apariencia latina fueron
seleccionadas y se les pidió sus documentos de ciudadanía. Veintiuna
personas fueron arrestadas, esposadas y rápidamente deportadas, incluyendo
a tres estudiantes menores de 18 años.
La activista y maestra de una escuela local Dawn Miller, supo de la redada
porque una de las personas deportadas estaba en su clase. Ella inmediatamente
se comunicó con grupos de apoyo y con la ayuda del U.S./Mexico Border
Program del American Friends Service Committee, (AFSC), se organizó dos
días después una conferencia de prensa muy concurrida y profundamente
emotiva.
En un mensaje por correo electrónico, Miller escribió: “Yo no
creo que muchas personas sepan que esto está pasando y tampoco creo que
alguien que sepa de este tipo de redada de nuestros/as niños/as, pueda
quedarse sin hacer nada. Yo no me quedaré con los brazos cruzados y
permitir que los derechos humanos básicos de mis estudiantes sean
violados.”
En el mismo mensaje Pedro Ríos, director del programa de AFSC dijo:
“El tranvía debería ser un lugar seguro para los/as estudiantes
y trabajadores/as. No hay justificación alguna para la detención de
menores y separarles de sus familias.” Agregó que ni la TSA ni los
oficiales de la Patrulla Fronteriza han respondido a las llamadas de la AFSC
pidiendo una explicación de la operación.
En la conferencia de prensa, además de representantes de los medios,
estaban miembros/as de la comunidad, educadores y activistas. Pedro Ríos
presidió el evento, el cual se condujo en español e inglés.
La primera ponente fue Angélica Pacheco, cuyo hijo fue uno de los
estudiantes deportados. “Mi hijo es un estudiante excelente y una buena
persona,” dijo, mostrándose orgullosa de él y furiosa por la
deportación. Después le siguió Ana María Benítez,
quien recibió una llamada de su hija llorando en la mañana del
miércoles mientras estaba temporalmente detenida en las oficinas de la
Patrulla Fronteriza de San Diego. Benítez recalcó que el transporte
público no es seguro. Añadió que otros padres han sufrido la
misma injusticia que ella está sufriendo. “Yo quiero que
también se pronuncien sobre esto” enfatizó.
Dawn Miller, quien utilizó el Internet para publicar la historia y pasar
la voz, mostró gran indignación por las detenciones y deportaciones.
“Yo esperaría este tipo de acción de una dictadura
fascista,” dijo.
David Valladolid, activista por muchos años, residente de California y
presidente del Parent Institute for Quality Education, presentó otra
fuerte denuncia por la redada: “Queremos a nuestros niños en
universidades. No los queremos en cárceles.” Manolo Correo de la
Casa Michoacana, quien conocía y trabajaba con los/as estudiantes
arrestados/as en un programa extraescolar, también se unió a la
denuncia.
Kevin Keenan, director ejecutivo del San Diego American Civil Liberties Union,
comentando sobre la redada dijo, “Esto hace pensar de si este es el
cambio que la administración Obama prometió.” Anunció que
otros proyectos de la ACLU han sido pospuestos mientras su organización
investiga las violaciones a la ley que esta redada representa. Una clara
violación es exigir a un/a joven menor de 18 años que compruebe su
ciudadanía.
Un mitin de protesta programado para más tarde ese mismo día en el
Downtown Transit Center fue anunciado en la conferencia de prensa. Organizado
por la Coalición Derechos de la Raza y presidida por Adriana Jasso, varios
centenares de personas, mayormente juventud latina quienes gritaban consignas a
viva voz entre las presentaciones de los/as oradores/as, se reunieron en la
isleta de tránsito frente al congestionado centro de tránsito.
La energética demostración llamó la atención y el apoyo de
trabajadores/as que iban en camino a su casa y de una cantidad de personas
desamparadas que asentían con entusiasmo cuando los/as presentadores/as
denunciaban las redadas y demandaban apoyo del gobierno para la educación
y otras necesidades humanas en vez de represión y racismo.
Un momento solemne de silencio al final de la demostración fue llamado por
el líder de Derechos de la Raza Christian Ramírez para pagar tributo
al activista por los derechos humanos Roberto Martinez quien murió
recientemente a los 72 años. En una declaración escrita, Ramírez
recordó a su amigo y maestro de muchos años: “Con una voz suave
pero con un espíritu indomable, Roberto Martínez habló la verdad
acerca del poder frente a la violencia fomentada por las políticas
gubernamentales. El fue ejemplo con integridad y compasión de la causa por
la defensa de los derechos humanos a pesar del hostigamiento de la policía
y las amenazas de muerte, nunca sucumbió a las presiones de aquellos en el
poder. Su determinación en la lucha por la justicia, la paz y la dignidad
es el legado que él nos deja y que nosotros esperamos continuar”.
Martínez recibió muchos honores y el amor de la comunidad por sus
años de dedicación a la lucha por su pueblo.
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