Paquistaníes denuncian la ofensiva de Zardari y del Pentágono
Por Deirdre Griswold Nueva York
En el Hotel Roosevelt en el centro del ajetreado Manhattan el 10 de mayo, Asif
Ali Zardari presidente de Pakistán, trataba de tranquilizar a unos 300
miembros de la comunidad expatriada diciendo que su reciente visita a
Washington no significaba una capitulación a la presión
estadounidense.
Pero afuera, una vigorosa manifestación denunciaba la sangrienta ofensiva
del gobierno en el Valle Swat que ha causado que más de medio millón
de paquistaníes huyan de sus hogares. A través de discursos y
consignas en pastún y otras lenguas paquistaníes como también en
inglés, la multitud paquistaní y sus simpatizantes norteamericanos/as
arremetieron contra los bombardeos brutales de la Fuerza Aérea de
Pakistán señalando que cada bomba y cada bala habían sido
provistas por el Pentágono.
Cuando la reunión terminó en el hotel, emergió un grupo de
paquistaníes vestidos/as más formalmente. Estaban furiosos/as con
Zardari por haberle “rogado” a los Estados Unidos por dinero y por
haberse salido de la reunión antes de que hubieran podido hablar con
él. Una docena se unió a la demostración y denunció al
presidente de Pakistán ante la multitud y ante las cámaras.
En Washington el pasado 7 de mayo, Zardari prometió en una conferencia
conjunta de prensa con el presidente afgani Hamid Karzai y los senadores
estadounidenses John Kerry y Richard Lugar, que Pakistán continuará
la ofensiva hasta que los “terroristas” sean derrotados.
El usó el lenguaje creado en Washington para describir a las fuerzas
islámicas opuestas a la ocupación estadounidense en el vecino
país de Afganistán. Para la gente que vive en las zonas fronterizas,
los terroristas son sin embargo, aquellos que envían los aviones
‘Predator’ y ‘Raptor’ de control remoto que disparan
misiles ‘Hellfire’ hacia sus casas y sus poblados. Por más de
un año, estos aviones sin piloto enviados por el Pentágono, han
traído muerte y sufrimiento a los poblados en el norte de Pakistán.
Los generales y los medios de comunicación occidentales entonces declaran
otra victoria contra el “terrorismo”.
La angustia que esto ha ocasionado estaba reflejada en los rostros de los
diversos grupos de paquistaníes. Vinieron de varios grupos étnicos y
expresaron distintos puntos de vista político y religioso, pero todos/as
exigieron el fin a la injerencia extranjera en su país y el cese de la
ofensiva militar.
Una nutrida delegación solidaria del Centro de Acción Internacional y
del Partido Workers World/Mundo Obrero vino para apoyar la manifestación.
Diferentes oradores/as subrayaron que el imperialismo estadounidense ha
respaldado a una larga serie de dictaduras militares en Pakistán que ha
dividido al país en una minoría altamente privilegiada contra una
población empobrecida.
También se dirigieron a los/as transeúntes, señalando cómo
los miles de millones de dólares gastados para hacer de Pakistán un
aliado del Pentágono contribuyen al creciente empobrecimiento del pueblo
en este país.
La manifestación fue convocada por el Foro de Liberación
Pakistán-Estados Unidos, el cual ha trabajado incansablemente para
organizar la comunidad contra la represión en su país.
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