La masacre de Gaza aísla globalmente al estado israelita
Por John Catalinotto
El salvaje asalto de Israel en contra de la población de Gaza ha producido
la más profunda furia mundial en contra del estado colono respaldado por
Estados Unidos. Quizá nada ha simbolizado esto tanto como el reporte del
veterano luchador contra el apartheid Dennis Brutus, mientras encabezaba una
protesta en Durbán, África del Sur, en contra del Embajador de Israel
Dov Segev-Steinberg. Brutus fue un organizador decisivo en la campaña del
boicot cultural en contra del apartheid del África del Sur en las
décadas de los ochenta y los noventa.
Después de observar tres semanas de una guerra horripilante en contra de
un pueblo, el mundo está a punto de llevar a cabo una campaña contra
el estado israelita similar a la que ayudó a debilitar al apartheid en Sur
África. Esta se conoce ahora mundialmente como la Campaña para el
Boicot, Desinversión y Sanciones, (ó BDS), la cual incluye el rechazo
masivo a la compra de o inversión en las mayores corporaciones que operan,
apoyan o proveen armas de represión al estado israelita.
Casi todos los grupos opuestos a la ocupación israelita de Palestina o a
la más reciente masacre en Gaza han planteado la Campaña BDS como la
forma de proceder con la lucha, desde la vocera del movimiento
antiglobalización Naomi Klein, hasta los sindicatos de África del
Sur.
Muchas personas, organizaciones y hasta países enteros también se
movilizan para llevar ayuda humanitaria a l@s palestin@s en Gaza. Por ejemplo,
Venezuela ha enviado un equipo de 20 doctor@s.
Las protestas continúan mundialmente
Aunque el régimen israelita anunciaba el cese al fuero y planeaba la
retirada de las tropas de Gaza, algunas de las más grandes protestas
ocurrían en el fin de semana del 17 de enero. Decenas de miles se
manifestaron en Islamabad y Karachi, Pakistán donde quemaron tanto la
bandera israelita como la estadounidense. En ese mismo fin de semana, casi
todos los países tuvieron una protesta. En Asia hubo protestas en
Srinigar, Cachemira; Kuala Lumpur, Malasia; Yakarta, Indonesia; Islamabad,
Pakistán; y hasta en Kabul, Afganistán. En Ankara, Turquía, la
gente fue a la embajada de los Estados Unidos donde denunciaron a Estados
Unidos como socio en los crímenes de Israel.
En Europa 200.000 personas marcharon en Roma mientras que decenas de miles se
tomaron las calles en Londres, Paris y Madrid, habiendo otras protestas en todo
el estado Español, incluyendo una de 15.000 personas en Santiago de
Compostela, la capital de Galicia el 18 de enero. Otras protestas tuvieron
lugar en los países escandinavos.
Las protestas del 15 de enero en Panamá compararon la masacre de civiles
palestin@s a los ataques del 1964 y 1989 por Estados Unidos contra civiles
panameñ@s. Otras manifestaciones tuvieron lugar en Chile y en Brasil.
El Ministro de Defensa israelí Ehud Barak canceló su visita a la
Universidad de Tel Aviv el 19 de enero después de que l@s estudiantes le
llamaran “asesino”. Una organización antiguerra en el estado
israelita, Valor para Rehusar, publicó un anuncio en un periódico
condenando el asesinato de cientos de civiles palestin@s y pidiéndoles a
los soldados que rehusaran pelear en Gaza.
Una vez dado el cese al fuego, la mayoría de las manifestaciones en el fin
de semana del 24 de enero fueron más pequeñas e iban dirigidas a
objetivos concretos para enfatizar sus puntos. Unas 1.500 personas izaron la
bandera palestina sobre Lisboa, en Portugal.
Una de las acciones significativas fue la protesta ante la cadena noticiera BBC
en Londres, después de que ésta rehusara publicar una petición
de ayuda humanitaria para Gaza. Los sindicatos en la BBC y organizaciones
eclesiásticas en toda Bretaña se unieron en una larga protesta en
contra de la gerencia de la BBC. Actualmente una amplia sección de la
población tiene una campaña para regresar las licencias a la BBC, un
tipo de boicot.
Juicio por crímenes de Guerra
Hay varios intentos en curso para acusar a l@s líderes y militares
israelíes por crímenes de guerra y crímenes en contra de la
humanidad. Hay por lo menos dos iniciativas de esta clase. Una es para hacer
acusaciones por medio de la Corte Penal Internacional (CPI), (para ver la
petición, visite a http://tlaxcala.es y haga clic en el enlace
“Campañas”). Otro esfuerzo es el intento para que la Asamblea
General de la ONU cree un tribunal especial para que procese el caso contra
Israel (vea: http://petitiononline.com/EAFORD09/).
Las organizaciones Human Rights Watch, Amnistía Internacional, el Centro
Palestino para los Derechos Humanos basado en Gaza, y B’tselem, el Centro
Israelí para los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados, han dicho
que Israel debe ser investigado por posibles crímenes de guerra.
Aunque hay muchos obstáculos para presentar estas acusaciones –por
ejemplo, ni EEUU ni Israel reconocen la autoridad de la CPI—sólo la
idea de las acusaciones ha producido resultados. Ya Tel Aviv ha nombrado un
equipo de expertos en derecho internacional encabezado por el ministro de
justicia de Israel para defender a sus tropas y oficiales militares de posibles
acusaciones.
Aunque ninguna acusación ha sido hecha en contra de los EEUU por su
complicidad al armar la máquina de guerra de Israel, las protestas
mundiales han señalado el papel jugado por los EEUU en la masacre.
Aunque el poder del veto que tiene EEUU en el Consejo de Seguridad de la ONU
hace improbable que cualquier institución de la ONU juzgue a Israel,
existen sin embargo otras posibilidades legales. “Oficiales
israelíes en la cadena de mando que resultaron en atrocidades pueden ser
procesados en cortes nacionales siempre que estén presentes
físicamente en la jurisdicción”, según un abogado de
derecho internacional que dio su opinión legal anónimamente. Esto
significa que por ejemplo, si un oficial israelí estuviera viajando en
España, él o ella podrían enfrentar detención y juicio bajo
la ley española. Esto ocurrió en el caso del fascista chileno, el
General Augusto Pinochet.
Algun@s han considerado la posibilidad de conducir tribunales populares. Estos
son presentaciones públicas de testimonios de crímenes de guerra que
pueden condenar políticamente a los oficiales y generales y a sus
colaboradores. Mientras que no puede castigar directamente a las personas
culpables, un tribunal popular tiene la ventaja de que puede exponer el
imperialismo de los EEUU y de la Unión Europea que apoyaron el brutal
ataque de Israel contra Gaza.
Los tribunales pueden ser coordinados con planes para campañas de boicot,
desinversión y sanciones.
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