En medio de una crisis capitalista
¿Qué podrá lograr empleos?
Por Fred Goldstein
La creciente crisis capitalista, que trae más y más sufrimiento cada
día que pasa, está dejando a l@s trabajador@s y oprimid@s sin
más alternativa que la de organizarse para luchar. Las mortales olas de
desempleo, desalojos, desamparo, hambre y represión se están
extendiendo mientras que los políticos de la clase gobernante y los
expertos debaten sobre los términos del “paquete de
estímulo.”
Con 533.000 empleos perdidos en diciembre, las cifras oficiales de desempleo
aumentaron un 7,2 por ciento, nivel nunca visto en 16 años. La
pérdida anual de empleos para el año 2008 fue de más de 2,59
millones, la cifra más alta desde la Segunda Guerra Mundial. El
rápido aumento de despidos ha llevado a la cifra oficial de desemplead@s a
11,1 millones de trabajador@s.
El desempleo de hombres negros mayores de 20 años, que ya estaba en cifras
de dígitos dobles, aumentó del 12,1 por ciento al 13,4 por ciento en
diciembre. Para los jóvenes negros entre la edad de 16 y 19 años, las
cifras saltaron vertiginosamente del 32,2 por ciento al 33,7 por ciento en el
mismo mes. El desempleo entre los jóvenes blancos también subió
a un 18,7 por ciento.
Las cifras raramente publicadas de “desempleo total” subió del
12,6 por ciento al 13,5 por ciento. El desempleo total incluye a aquell@s
forzad@s a tomar trabajos de tiempo parcial que necesitan también trabajos
de tiempo completo como también a l@s trabajador@s que están tan
desmoralizad@s que han cesado de buscar trabajo.
El número promedio de horas trabajadas bajó un 33,3 en diciembre, las
cifras más bajas desde que estos récords comenzaron en el año
1964.
El aspecto más importante de las cifras del mes de diciembre es que este
mes es generalmente el mes de más incremento en los empleos, aún
durante los tiempos lentos, cuando las tiendas se preparan para los días
festivos, los fabricantes emplean trabajador@s adicionales para mover más
rápido las órdenes para los inventarios, y las industrias de
entretenimiento y restaurante tienen ventas más altas.
Sin embargo, diciembre vio la caída más grande en ventas desde que
comenzó a llevar el récord en 1970, a pesar de las ofertas especiales
de una rebaja del 50 por ciento a un 70 por ciento y las ofertas de
‘compre uno y reciba otro gratis.’ El Consejo Internacional de
Centros Comerciales estimó que 148.000 tiendas cerraron en el 2008. Y
calculó que otras 73.100 tiendas cerrarán en los primeros seis meses
del 2009. Los cierres resultarían en la pérdida de entre 625.000 a
800.000 empleos. (Washington Post).
‘El programa de estímulo’ mas pequeño que
una curita
Considerando la ola catastrófica de desempleo, con 20 millones de
desemplead@s o severamente deficientemente emplead@s por lo menos ahora, y con
la perspectiva de un incremento masivo en el próximo período, todas
de especulaciones sobre si el “paquete de estímulo”
agregará 3 o 3,5 millones de empleos en los próximos dos años
parece totalmente inadecuada.
La cifra del gobierno de 11,1 millones de desemplead@s, o el 72 por ciento, se
basa en una fuerza laboral de 154 millones. La cifra más realista del
“total de desempleo” citada anteriormente del 13,5 por ciento es
mas bien 20,6 millones, según el gobierno.
Además, el paquete de incentivos que se está preparando ahora llega a
$775 mil millones. De esto, un 40 por ciento es en recortes de impuestos, que
necesariamente no va a crear empleos. Y lo peor del todo es que un 90 por
ciento de los gastos están reservados para capitalistas privados. Por lo
tanto es en gran parte una entrega a los capitalistas con la esperanza de que
ellos crearán empleos.
Con toda la palabrería sobre el estudio del Nuevo Trato (“New
Deal”), este programa asume un método opuesto al de la
administración de Roosevelt. Mientras que el Nuevo Trato fue una ayuda muy
parcial, llena de defectos y limitaciones y calculada para rescatar al
capitalismo evitando un levantamiento masivo de l@s trabajador@s, la
Administración de Progreso en Obras (WPA por las siglas en ingles)
creó sin embargo ocho millones de empleos directamente durante la
década, o la quinta parte de la fuerza laboral. En cualquier momento dado,
entre 2 y 3 millones trabajador@s estuvieron emplead@s por el gobierno en esos
programas. Esto sería hoy el equivalente de entre 9 y 10 millones.
Los planes actuales para gastos gubernamentales establecen una situación
en la que un@s 20 millones de trabajador@s desemplead@s tendrán que
competir por 1 y 1,5 millones de puestos en el año en curso, asumiendo que
los proyectos para la creación de empleos estén correctos. Tal
situación en la cual l@s trabajador@s estén buscando desesperadamente
trabajos escasos tendrá la tendencia de bajar los salarios y crear
confrontaciones entre l@s trabajadores para beneficio de los empleadores.
L@s trabajador@s por supuesto deben tomar ventaja de cualquier oportunidad para
obtener nuevos empleos y alimentar a sus familias. Pero no deben dejar que los
economistas “expertos” en Washington y en Wall Street impongan las
condiciones del paquete económico. Deberían organizarse para imponer
sus propias demandas al gobierno capitalista.
Podrían comenzar por demandar que cada 5 centavos de los más de un
millon millones de dólares regalados a los bancos sean recuperados y
hechos disponibles para trabajos y servicios para l@s trabajador@s y sus
comunidades. Los bancos son tan arrogantes que ni siquiera reportan al gobierno
lo que están haciendo con este dinero.
Del rescate a la lucha
La lucha está en sus etapas tempranas y l@s trabajador@s están
todavía en la defensiva. Es natural que en esta etapa las organizaciones
populares quieran tomar ventaja del término “rescate” para
exponer los regalos a los bancos y los patrones. Pero mientras avanza la lucha,
el concepto de que el gobierno capitalista rescate a l@s trabajador@s debe
convertirse en el concepto de que l@s trabajador@s están luchando.
Los fondos para contener la crisis deben ser transferidos al control de l@s
trabajador@s, sindicatos, organizaciones comunitarias y otras organizaciones de
las masas y no bajo el control de los patronos. Son las masas las que sufren la
crisis. Son ellas las que deben estar capacitadas para combatirla.
Sólo las masas van a ser las que aseguren un salario adecuado, un empleo,
derechos sindicales, prácticas antirracistas y derechos para las
trabajadoras. Los capitalistas son hábiles y experimentados en la
manipulación de las subvenciones gubernamentales supuestamente
establecidas para la creación de trabajos. Saben cómo dar la vuelta a
las cosas para maximizar sus ganancias. El depender de los capitalistas para
rescatar a la clase trabajadora es la peor ruta posible a seguir.
Debe haber un movimiento para la creación de órganos de poder popular
a nivel local, regional y nacional para parar la pérdida de empleo y
defender el derecho de tod@s l@s trabajador@s a tener un trabajo; para demandar
la garantía de un trabajo o ingreso; del fin a evicciones y pérdidas
de vivienda; para organizar a l@s desemplead@s y a l@s que tienen trabajo en un
movimiento unido que demande trabajo para tod@s.
Mientras se despliega la crisis tenemos que plantear la cuestión de
¿cuál es la causa de la crisis? Paul Krugman, un economista
keynesiano, cita el hecho de que la economía estadounidense podría
crear productos y servicios por valor de $30 billones (millon millones) durante
los próximos dos años. Eso sería suficiente para reducir
enormemente el desempleo.
Krugman, quien recientemente ganó el Premio Nobel de economía,
limitó su comentario a una crítica sobre el programa económico
de Barack Obama. Él evadió la cuestión fundamental. No se
molestó en preguntar el ¿por qué, cuando hay la capacidad
económica de emplear a tod@s l@s trabajador@s, está la tasa de
desempleo tan astronómica?
La respuesta es que mientras la economía estadounidense puede producir
productos y servicios que valen $30 billones, estos son en la forma de
productos que deben ser vendidos por ganancias y solamente por ganancias. Las
necesidades de los seres humanos no significa nada para el capitalismo.
No es que las masas no necesiten de los productos y servicios que valen $30
billones. De hecho, hoy en día están privad@s de los medios para
vivir por una crisis económica artificialmente creada por el capitalismo
mismo.
Las masas han sido empobrecidas por más de 30 años por el rompimiento
de los sindicatos, por los años de recortes de salario y beneficios, por
la destrucción masiva de empleos a salarios sostenibles y su remplazo por
empleos a sueldo mínimo. A su vez, las corporaciones han competido una
contra otra para capturar los mercados y vender más y más —
solamente para rendir más ganancias. Han fomentado toda especie de deuda
—de tarjetas de crédito, hipotecas, préstamos de automóvil
y varias más — para asegurar que recibían más
ganancias.
Finalmente la estructura entera se ha derrumbado en una crisis de
sobreproducción capitalista. Hay demasiados automóviles para
venderlos por una ganancia. Hay demasiadas viviendas para venderlas por una
ganancia. Hay demasiado acero para venderlo por una ganancia. Y lo mismo con
otras comodidades. Esto ha resultado en una ola de despidos, de crisis
hipotecarias, desahucios, hambre y la falta de vivienda.
Como un sistema de explotación para ganancias, el capitalismo en si
está al fondo de la crisis. Mientras que l@s trabajador@s y l@s oprimid@s
se despierten para demandar sus derechos, la meta primaria debe ser la
destrucción del capitalismo y la construcción de un sistema dirigido
por la necesidad humana y no por las ganancias. Ese sistema es el
socialismo.
Goldstein es el autor del libro recientemente publicado “Low-Wage
Capitalism: Colossus with Feet of Clay” [“El capitalismo de sueldos
bajos: coloso con pies de barro”]. Vea lowwagecapitalism.com para
información sobre el libro y cómo pedirlo
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