Las masas mexicanas protestan contra el TLCAN
Por Teresa Gutiérrez
Decenas de miles de campesin@s y pequeñ@s agricultor@s llegaron con sus
tractores y otros vehículos desde todas las partes de México para
reunirse en la Ciudad de México el pasado 31 de enero. A ell@s se unieron
activistas de prominentes sindicatos militantes en una tremenda muestra de
unidad entre trabajador@s de la ciudad y del campo. Sus demandas: la
revocación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte,
conocido como NAFTA por sus siglas en inglés.
Con esta acción, l@s campesin@s mexican@s destacaron un fenómeno
mundial que nunca se le oye relatar a los eruditos derechistas como Lou Dobbs o
a los candidatos republicanos que intentan utilizar y culpar a l@s inmigrantes
de los problemas de la sociedad. Más de 180 millones de trabajador@s
alrededor del planeta han sido forzad@s a salir de sus patrias como resultado
de las políticas económicas capitalistas en una de las migraciones
más grandes en la historia de la humanidad.
Esta migración forzada es cruel y atormentadora. La gente que deja sus
países en África, Asia, el Caribe y América Latina arriesga su
vida en busca de subsistencia. Los súper ricos en los centros
imperialistas han utilizado su mano de obra barata y prescindible para expandir
el capitalismo, el mismo sistema en que sus políticos hacen campaña
para deportar a migrantes en números record. Como en épocas
anteriores de crecimiento capitalista como fue la genocida y brutal trata de
esclav@s—que resultó en la masacre de decenas de millones de
african@s—l@s trabajador@s de hoy también son tratad@s como
mercancía desechable.
¿Qué está causando la migración sin precedentes de
trabajador@s de los países oprimidos hacia los países capitalistas
económicamente dominantes?
El Presidente Bill Clinton firmó la ley del Tratado de Libre Comercio en
diciembre de 1993 y forzó a millones de trabajador@s y campesin@s
mexican@s a salir de sus tierras y cruzar la frontera hacia los Estados
Unidos.
Cruzar la frontera—con o sin documentos—no es nada nuevo para l@s
trabajador@s mexican@s, quienes han estado relacionad@s por siglos con la
frontera México/EEUU. Pero el TLC ha intensificado la situación de
extrema pobreza del pueblo mexicano.
Desde el primer día, l@s mexican@s han protestado en contra del TLC. El
primordialmente indígena Ejército Zapatista de Liberación
Nacional, (EZLN), entró al mundo político exactamente el 1º de
enero de 1994, el mismo día en que el TLC entraba en vigencia en
México, precisamente para protestar contra el tratado.
Un punto principal de la lucha en México en contra del TLC ha sido una
enmienda a un artículo importante de la Constitución mexicana, el
Artículo 27. Este artículo fue logrado durante la Revolución
Mexicana en 1910 y prohibía la venta de tierras campesinas comunales
conocidas como “ejidos.” El éxito de los imperialistas
estadounidenses en agregar esta enmienda se convirtió en pesadilla para
l@s campesin@s mexican@s.
Hoy la lucha contra el TLCNA no solo sigue sino que se está
intensificando.
‘Sin maíz, no hay país’
Un lema de este floreciente movimiento popular que se reunió el 2 de enero
para organizar la actividad del 31 de enero es, “sin maíz, no hay
país”. Los grupos campesinos, todos miembros del Diálogo
Nacional, demandaron que el Congreso mexicano así como las Comisiones
Agrarias y Permanentes Mexicanas revoquen el TLCNA.
La declaración que representa a cientos de grupos en parte dice:
“Durante los 14 años del TLCNA, el desempleo, la inmigración,
la destrucción de nuestras actividades agrícolas, la
concentración de recursos en unas pocas manos, el deterioro del poder
adquisitivo y los salarios, y la pobreza extrema han aumentado de una manera
alarmante”.
Un instituto mexicano notó en agosto de 2007 que: “México tiene
más de 6,4 millones de personas desempleadas, que representa un 13 por
ciento de los 49,35 millones de mexicanos en edad de trabajar. Durante los seis
años de la presidencia de Vicente Fox, 3,26 millones de personas emigraron
–lo que es un promedio de 500.000 por año”. La
declaración continúa diciendo que: “Según las
estadísticas de octubre de 2004, un 1,5 por ciento estimado de la
población entera del país controla aproximadamente la tercera parte
del valor total de bienes y servicios” y “las familias más
pobres sobreviven con 86 pesos por día mientras que las más ricas
reciben 1.296 pesos a diario”.
La organización campesina también demanda que el TLCNA sea remplazado
por un modelo nuevo, uno que “esté basado en el respeto y que
desarrolle la propiedad social de la tierra y que proporcione un presupuesto
federal para ayudar a los pobres” y a los campesinos de ingresos
medianos.
Demanda que “la soberanía y la autosuficiencia en la
alimentación sean las metas de la trasformación de la economía
nacional, porque sin maíz y frijoles, no hay país”.
Otra demanda revolucionaria es “evitar la proliferación de los
organismos modificados genéticamente (OMG) que son malos para nuestra
salud”. L@s campesin@s mexican@s están documentando que las semillas
naturales del país están comenzando a desaparecer. L@s campesin@s
están forzad@s a sembrar semillas híbridas que vienen de
corporaciones imperialistas como la Monsanto (de EEUU) y la Bayer (de
Alemania). Las plantas que crecen de estas semillas no producen nuevas
semillas, aumentando aún más la dependencia en esas
compañías.
“Los campos no pueden aguantar más”, dice una de las consignas
en las protestas.
Hablando en un mitin en contra del TLCNA, Lucha Castro, una prominente abogada
y activista de la mujer denunció, “El TLCNA y las políticas
relacionadas del gobierno son responsables de expulsar a 5 millones de personas
de las zonas rurales de México. Apenas un 2 por ciento de las unidades
productivas agrícolas de México se benefician del tratado, mientras
que un 80 por ciento de las exportaciones agrícolas de México
está controlado por capital extranjero.
“Para competir con los Estados Unidos todos estos años, los bosques
y la tierra han sido devastados, y nuestros acuíferos han sido súper
explotados,” siguió Castro.
“L@s consumidor@s mexican@s no se han beneficiado de mejores precios. En
1994, se podían comprar 20 kilos de tortillas y ocho kilos de frijoles con
un salario mínimo. Hoy en día, sólo se pueden comprar seis kilos
de tortillas y tres kilos de frijoles.”
El movimiento contra el TLCAN toma fuerza
Estas horrendas circunstancias están despertando una lucha militante. Un
periódico importante en el norte de México, Frontera Norte-Sur,
escribe que el TLCAN está despertando “el espíritu de Pancho
Villa”, líder de la Revolución Mexicana, especialmente en el
norte de México.
El 18 de enero, en una fría mañana, trabajador@s y campesin@s del
Movimiento de Resistencia Campesina Francisco Villa se reunieron en Ciudad
Juárez para comenzar una caravana de tractores a la Ciudad de México.
Las bajas temperaturas habían causado muertes por hipotermia y
envenenamiento por monóxido de carbono, según reportó Frontera
Norte-Sur.
El MRCFV estaba demandando que el gobierno mexicano renegociara el TLCAN bajo
la consigna de la “Campaña Nacional ¡Sin maíz, no hay
país!”.
La caravana de tractores siguió la misma ruta que usó Pancho Villa en
su marcha a la Ciudad de México en 1914, y se reuniría con otr@s
manifestantes el 31 de enero en la Ciudad de México.
Uno de los líderes veteranos del movimiento le dijo a la prensa que
“los tractores viejos en la caravana son lo mejor de la cosecha en el
campo donde los bueyes y las mulas todavía dejan surcos en la
tierra.” Tan diferente de la agropecuaria estadounidense.
La oposición al TLCAN siguió creciendo. Oficiales elect@s de ambos
partidos principales respaldaron el llamado del movimiento. Legislaturas
estatales aprobaron resoluciones en apoyo a las demandas. Varios obispos
prominentes se han adherido a la campaña. Organizaciones campesinas que al
principio aprobaban el TLCAN ahora demandan revisiones. Campesin@s de varios
estados han acusado que el TLCAN viola la Constitución mexicana, y estas
acusaciones pueden forzar a la Corte Suprema Mexicana a revisar la
constitucionalidad del TLCAN.
El movimiento que se manifestó el 31 de enero ha anunciado que su
próxima acción será entrar en el Congreso Mexicano y bloquear
las cámaras el 7 de febrero.
Catorce años de sufrimiento a causa del TLCAN han forzado al pueblo
mexicano a cruzar la frontera. Pero su continua lucha muestra que la
represión engendra resistencia, y que los acuerdos imperialistas como el
TLCAN pueden y deben ser revocados y derrocados.
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