Sindicatos colombianos hacen campaña contra el TLC
Por Berta Joubert-Ceci
La administración de George Bush envió el Tratado de Libre Comercio
(TLC) que negoció con Colombia al Congreso de los EEUU a principios de
abril para someterlo a votación por el mecanismo de “vía
rápida”, que daría un plazo de 90 días para votarlo, sin
la posibilidad de hacer ninguna enmienda.
Edgar Paez en Boston el 25 de marzo.
Foto: Liz Green
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Sin embargo, la congresista Nancy Pelosi, portavoz de la cámara baja de
los EEUU, ha rehusado darle trámite al proyecto de ley, por lo que de
momento el proceso se encuentra paralizado.
El hecho de que se posponga la votación es una victoria temporal para l@s
trabajador@s colombian@s. Se debe primordialmente al arduo trabajo de
sindicalistas colombianos, quienes han arriesgado sus vidas viniendo a los EEUU
a denunciar los crímenes y la violencia en contra de líderes
sindicales en su país. También han recibido delegaciones de
líderes sindicales de EEUU, activistas sociales y miembros del congreso de
los EEUU para enseñarles de primera mano, las condiciones en
Colombia.
Sindicalista colombiano visita Filadelfia
Uno de esos líderes es Édgar Páez, representante internacional
de Sinaltrainal, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria de
Alimentos en Colombia. El sindicato representa a l@s trabajadores de Coca Cola,
Chiquita y otras corporaciones multinacionales estadounidenses que han usado a
los paramilitares contra los trabajadores con el fin de destruir los sindicatos
y maximizar sus ganancias.
Páez estuvo en Filadelfia por dos días como parte de una gira
informativa que lo llevó también a Chicago, Minneapolis, Detroit,
Boston, Nueva York y Washington.
En Filadelfia fue recibido por la Federación de Empleados Estatales, del
Condado y Municipales de los EEUU (AFSCME por sus siglas en inglés) DC 47,
la Coalición de Mujeres Sindicalistas (CLUW), el Sindicato Internacional
de Empleados de Servicio (SEIU) BJ 32 y el Centro de Acción Internacional,
en una noche de solidaridad. Cathy Scott, presidenta de DC 47, abrió el
programa en el auditorio del sindicato.
Las consecuencias del Tratado de Libre Comercio de América del Norte
(NAFTA por sus siglas en inglés) fueron presentadas por Luis Tlaseca, del
Sindicato de Trabajadores de Kaolín (el cual representa a trabajadores
mayoritariamente mexicanos quienes laboran en las granjas de hongos de Kenneth
Square, donde casi la mitad de los hongos comercializados en los EEUU son
cultivados). Tlaseca explicó cómo el NAFTA ha enriquecido a las
transnacionales estadounidenses a expensas de pequeños agricultores
mexicanos, quienes entonces se ven forzados a emigrar a EEUU para poder
sobrevivir.
Paul Dannenfelser , presidente del Local 1723 de la AFSCME, en
representación de los trabajadores de la Universidad de Temple, habló
de la lucha de su sindicato por un contrato justo. En momentos en que las
tarifas universitarias han aumentado paralelamente a los ingresos de la
universidad, los beneficios para l@s trabajador@s sindicalizados han
disminuido, los costos de salud han aumentado y trabajan sin un contrato desde
octubre de 2007.
Masacre de sindicalistas colombianos
Páez expresó que no sólo iba a hablar de las terribles
condiciones para los trabajadores colombianos, sino también acerca de las
iniciativas que están desarrollando para una Colombia mejor.
Habló de las marchas llevadas a cabo en Colombia y el resto del mundo el 6
de marzo de 2008, contra los crímenes del estado colombiano y a favor de
las víctimas. Hubo 28 marchas en Colombia y 70 en otros 60 países,
incluyendo en los EEUU.
Cuatro mil sindicalistas han sido asesinados en Colombia en los últimos 20
años (en 2008 ya van 13). Desde la presentación de Páez, cuatro
más han sido asesinados. Unos 500 líderes sindicales han tenido que
exiliarse ante amenazas de paramilitares.
Cuatro millones de personas, la mayor parte campesinos, han sido desplazados
internamente en Colombia. Los paramilitares han robado más de 5 millones
de hectáreas de tierra, y la nueva Ley de Justicia y Paz ha legitimado
este robo.
Comunidades afrocolombianas también han sido desplazadas, sobre todo para
que las corporaciones transnacionales puedan sembrar palma africana en sus
tierras.
Estudiantes y organizaciones de mujeres también han sido severamente
reprimidas.
Los pobladores indígenas están a punto de ser eliminados por la misma
razón: desplazarlos para usar sus tierras en beneficio de las
corporaciones transnacionales.
Los criminales permanecen inmunes por la pasividad del Gobierno colombiano. Por
esto, explicó Páez, los sindicatos han tenido que acudir a otros
organismos judiciales como las cortes en los EEUU y el Tribunal Permanente de
los Pueblos. Demandas contra Drummond, Coca Cola, Chiquita y Occidental
Petroleum están siendo ventiladas en el sistema judicial
estadounidense.
Chiquita, por ejemplo, dio 1,7 millones de dólares, 3 mil rifles AK-47 y 5
millones de municiones a los paramilitares, quienes han masacrado a miles de
trabajadores en Colombia. Páez le recordó a su audiencia que todos
los bananos de Colombia que consumimos en EEUU son de Chiquita.
Invitó a tod@s a participar en las sesiones del Tribunal Permanente de los
Pueblos en Colombia, del 21 al 23 de julio de 2008, fecha en que se
llevarán a cabo las sesiones finales que abordan la relación de las
corporaciones transnacionales con la espiral de violencia.
Al día siguiente Páez fue a la Convención de la Federación
Estadounidense de Sindicatos – Congreso de Sindicatos Industriales
(AFL-CIO por sus siglas en inglés), la cual se estaba llevando a cabo esa
semana en Filadelfia. Gracias a la intervención de Kathy Black, Presidenta
del capítulo de Filadelfia de CLUW, Páez fue presentado a l@s
asistentes, quienes se pusieron de pie para ovacionarlo. Fue precedido por el
precandidato presidencial demócrata Barack Obama, quien indicó
oponerse al TLC con Colombia por la violencia contra los líderes
sindicales.
Larry Cohen, presidente de Trabajadores de Comunicaciones de EEUU (CWA),
habló acerca de sus experiencias en Colombia, y expresó su
admiración y respeto por los trabajadores colombianos. En febrero, Cohen
viajó a Bogotá con una delegación de la AFL-CIO para evaluar las
condiciones laborales allá, y conoció a Páez.
TLC con Colombia y la conexión Clinton
Hillary Clinton, quien se había dirigido a la convención un día
antes, no tocó el tema de Colombia. El jefe de su estrategia de
campaña, Mark J. Penn, se había reunido en privado la semana anterior
con la Embajadora de Colombia en EEUU, Carolina Barco, para ahondar en el tema
del TLC. Resulta que la firma para la que trabaja Penn, la Burson-Marsteller,
había sido contratada por el gobierno colombiano por la suma de 300.000
dólares anuales, para promover el TLC en el Congreso de los
EEUU.
Otra firma relacionada con Clinton también está involucrada: el Grupo
Glover Park, el cual fue establecido por antiguos funcionarios del Gobierno de
Bill Clinton. Sin embargo, en sus discursos de campaña, Clinton ha
indicado que no está de acuerdo con Bill Clinton y que se opone al TLC.
Muchos sindicalistas ven esto como una treta política.
A pesar del voto en el Congreso, el TLC con Colombia no está muerto
todavía, como lo indicó el Latin Business Chronicle (de Miami) el 14
de abril. Decía: “a pesar de la suspensión indefinida de un
voto en el Congreso, el TLC EEUU-Colombia podría ser aprobado tan pronto
como este año, según expertos en el tema. ‘Con un poco de buena
voluntad entre el liderazgo congresional, la Casa Blanca y el Gobierno
colombiano, creo que todavía hay tiempo para encontrar suficientes puntos
en común para aprobar el TLC antes de fin de año’, anota Peter
Hakim, presidente de Diálogo Interamericano.
El Presidente George W. Bush todavía está promoviendo el TLC con
Colombia, aduciendo el tema de la “seguridad nacional”, poniendo de
este modo mucha presión en el Congreso desde que rehusó someterlo a
votación. La Casa Blanca emitió un comunicado congratulando los
“avances” del presidente colombiano, Álvaro Uribe, el aliado
más cercano de Washington en América Latina, en momentos en que otros
países de la región se están alejando del control de EEUU.
También tenemos las declaraciones de Nancy Pelosi. Ella está a favor
de posponer una votación porque “si el TLC es votado ahora,
perdería, y entonces, ¿qué mensaje estaríamos enviando?
Ella deja abierta la posibilidad de un TLC basado en “negociaciones de
buena fe entre demócratas y la Casa Blanca”, y se reunió con la
embajadora colombiana después de la posposición del voto.
Cada semana, más de los aliados más cercanos de Uribe en el Congreso
colombiano, están siendo acusados y arrestados por mantener lazos
estrechos con los paramilitares. Hasta el momento, 30 están en
prisión y 21 más están siendo investigados. Un artículo
publicado en la revista semanal Semana.com del 12 de abril, titulado “Las
Sillas Vacías”, describía cómo el Congreso colombiano no
puede funcionar por la ausencia de los legisladores encarcelados, y el
nerviosismo de otros esperando ser acusados.
Este es el gobierno que Bush defiende como “democrático”. 51
legisladores acusados de crímenes contra la humanidad. Su tipo de gente.
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