EDITORIAL
Las Grandes Corporaciones Petroleras e Irak pagando la cuenta
Petróleo, Sangre y Ganancias
La presidencia de Bush ha sido excelente en su extraordinaria habilidad de ser
más arrogante y más descarada en lo que las otras administraciones
presidenciales tratarían de cubrir con muchas hipocresías. No es que
no tenga su parte de hipocresía y definitivamente ha mentido tanto como
cualquiera de las otras administraciones en la historia de Estados Unidos, pero
al final, la avaricia vence a todo lo demás.
Y así se nos dijo la semana pasada sin ningún titubeo o duda que la
invasión criminal en Irak fue todo por... Petróleo.
No es que esto fuera una sorpresa. No para nosotr@s en este espacio editorial
ni tampoco para 20 millones de personas en todas partes que se manifestaron
durante los meses anteriores al 20 de marzo del 2003, con la consigna de
“¡No más sangre por petróleo!”
Un su mayoría es la sangre iraquí la que se ha derramado. Pero
también ha sido derramada por cinco años la sangre de un@s 4.100
jóvenes estadounidenses de la clase obrera que fueron engañad@s para
que actuaran como carnada para una invasión opresiva e ilegal, más
decenas de miles de herid@s y el 30 de junio la verdadera finalidad de toda
esta sangre derramada sería anunciada.
Las cuatro compañías más grandes que fueron expulsadas por la
revolución de Irak en 1972—Exxon Mobil, Shell, Total y
BP—están supuestamente a punto de re ingresar a Irak para continuar
con la explotación de su petróleo y de su gente. Los nuevos contratos
petroleros también incluyen a Chevron.
Así que los monopolios estadounidenses y británicos, incluyendo
también la Total francesa, estarán de nuevo con su negocio—si
nada los interrumpe en los próximos días. Como hay una resistencia
activa en Irak, una interrupción es posible. Y el negocio del imperialismo
estadounidense es hacer negocio, especialmente en petróleo y armas.
Manteniendo el carácter descarado de la pandilla de Bush, estas
compañías entraron sin tener que pasar por la formalidad de competir
por los contratos. ¿Recuerdan la reunión—la privada—entre
el Vicepresidente Dick Cheney y los ejecutivos de las petroleras a comienzo de
la administración de Bush? Quizá ahí fue cuando se hicieron las
promesas.
Será interesante ver quién, entre los títeres políticos
iraquíes, será el que sea fotografiado dándose la mano
celebrando el trato donde se entrega la riqueza nacional de Irak. ¿O es
que esto también se hará en privado?
El Congreso hace un trato
Y para no ser superado por la administración Bush en este tiempo de hacer
tratos, el Congreso de Estados Unidos, con su estrecha mayoría
Demócrata, también ha optado por la guerra.
Nosotr@s no estamos entre quienes dicen que no hay diferencia entre los
partidos Demócrata y Republicano. Existen muchas diferencias, incluyendo
los sectores de la sociedad estadounidense que forman su constituyente. Pero
estamos clar@s que estos son dos partidos cuyo liderazgo nacional,
ideología e historia les pone firmemente en la posición de defender
los intereses del imperialismo estadounidense, incluyendo el hacer guerras de
agresión en el extranjero.
Concedemos que estos días los Demócratas no están tan evidentes
sobre esto. Así que cuando optan por apoyar nuevamente a la máquina
de guerra, como lo hicieron los Demócratas de la Cámara de
Representantes ayudando a aprobar la propuesta de ley de apropiación de
$162 billones para la guerra, buscan un pretexto.
Su pretexto fue una enmienda para pagos suplementarios del seguro de desempleo
por 13 semanas adicionales para l@s trabajador@s desemplead@s por más de
26 semanas. También aprobaron una enmienda otorgando beneficios
significativos a l@s veteran@s militares, incluyendo una versión del siglo
XXI de la antigua ley de derechos para veteranos que permitió a tantos
veteranos de la Segunda Guerra Mundial estudiar en la universidad. Y esto
ocurrió al mismo tiempo en que el Congreso recortaba los fondos para los
préstamos estudiantiles de jóvenes civiles.
En 2006 una mayoría de los Demócratas fueron elegid@s a la
Cámara de Representantes porque mucha gente creyó que iban a acabar
con la guerra en Irak y traer las tropas a casa. No tan obvios como l@s
Republicanos, pero igualmente hipócritas, l@s líderes del Partido
Demócrata seguramente han fracasado en cumplir con esa promesa.
La lección de todo esto es que es tiempo de que las decenas de millones de
personas en los EEUU que están contra la guerra se despierten, cesen de
esperar o depender de las elecciones o contar con polític@s de cualquiera
de los dos partidos capitalistas, y vuelvan a las calles para luchar y terminar
con las guerras en Irak y Afganistán, las amenazas contra Irán y la
agresión en cualquier parte del mundo.
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