Expansión de la OTAN,segunda parte
Washington en busca de tropas
Por Sara Flounders
En la víspera de la reunión de la OTAN, el Almirante de la Marina,
Mike Mullen, presidente de la Junta de Jefes del Estado Mayor, dijo que se
necesitaban 7.500 soldados y 3.000 entrenadores militares más para ser
enviados inmediatamente a Afganistán.
Cerca de 59.000 soldados de 39 diferentes países están ahora ocupando
a Afganistán, incluyendo 19.000 de Estados Unidos. De esta cifra, 47.500
están bajo el comando de la OTAN.
Como su misión ha fallado y la resistencia afgana ha crecido, las
divisiones internas en la alianza de la OTAN se están aireando
públicamente. Los desacuerdos sobre la distribución de las
obligaciones, la coordinación y la dirección estratégica
están plagando la alianza. Canadá amenazó con retirar sus tropas
de Afganistán si otros países no envían un número
substancial de tropas. Alemania ha rehusado expandir su fuerza de 3.200
tropas.
La administración de Bush no tenía una esperanza realista de lograr
que los aliados de la OTAN enviaran más tropas. Pero aún así el
Pentágono está tan sobre extendido en Irak que ya no puede proveer
más tropas. El mensaje de Bush—“Esperamos que nuestros aliados
en la OTAN provean la ayuda necesaria para tener éxito”—no fue
muy popular.
Bajo presión durante las reuniones, el Presidente Nicholas Sarkozy dijo
que Francia proveería 1.000 tropas más. El Parlamento francés
inmediatamente recortó esta cifra a 700. Polonia aceptó enviar otras
400 tropas. Rumania, España y Bretaña se comprometieron a enviar unos
cientos más. Pero la meta inmediata de 10.000 tropas adicionales no se
logró.
Se reduce la coalición en Irak
Los ex primeros ministros Tony Blair de Bretaña, John Howard de Australia,
José María Aznar de España y Silvio Berlusconi de Italia
perdieron sus puestos por la poca popularidad del compromiso de enviar tropas a
Irak y por su apoyo a la guerra. Ahora se considera un suicidio político
en Europa Occidental que los políticos aumenten la cifra de tropas para
Afganistán o Irak.
Los nuevos miembros dependientes pequeños de la OTAN que están siendo
presionados por todos lados para que envíen más soldados como carne
de cañón a Afganistán, Irak y otras misiones, se confunden con
la estructura de comando. El Presidente de Rumania, Traian Basescu se
refirió a las tropas de su país en Irak como fuerzas de la OTAN
durante una conferencia de prensa el 8 de abril. El fue públicamente
corregido con una explicación de que la OTAN no tiene una misión en
Irak, donde las tropas rumanas son parte de la “Coalición
Internacional.” La misión en la misma—asegurar la
ocupación imperialista. Solo el nombre es diferente.
Mientras otras fuerzas imperialistas –como por ejemplo Bretaña,
España, Italia, Australia, y Japón– se retiran de Irak, la
reducida “coalición internacional” queda a cargo de las
fuerzas de países más pobres como El Salvador y Tonga, así como
varios que una vez fueron parte de o aliados a la Unión Soviética,
como Rumania, Bulgaria, la República Checa, Ucrania, Georgia,
Azerbaiyán, Armenia, Moldova, Lituania, Estonia, Latvia, Bosnia,
Macedonia, Albania, Kazakstán, y Mongolia.
La suma de tropas no estadounidenses en Irak ha bajado de 23.000 en el 2003 a
menos de 10.000 hoy, y sigue reduciéndose.
Los costos de la participación de los 20 países más pobres
están pagados por l@s contribuyentes de impuestos en los EEUU. El costo de
las más de 160.000 tropas de los EEUU y de los 100.000 contratistas
privados en Irak está pagado también por los impuestos y recortes
presupuestarios que afectan a l@s pobres y al pueblo trabajador en los
EEUU.
Semillas de la derrota de OTAN
La OTAN es primordialmente una alianza militar. Es ahí donde yacen las
semillas de su derrota. Cada batalla en Irak al igual que en Afganistán
confirma que mientras las fuerzas de los EEUU/OTAN puedan prevalecer sobre las
fuerzas locales de resistencia por el empleo de un poder militar abrumador y
bombardeos indiscriminados, solo logra incrementar aún más la
resistencia y en reclutar más insurgentes. Enviar más tropas solo
exacerba el problema.
El imperialismo de los EEUU está enfrentando una contradicción que es
irreconciliable. El movimiento político progresista tiene que estar
atento. Estas contradicciones pueden volver más desesperados y peligrosos
a los multimillonarios. Mientras que su posición económica mundial se
está erosionando, junto con el dólar todopoderoso, cada vez más
están atraídos por las soluciones militares. Pero el mantenimiento de
las armas, las bases y las tropas, succiona una proporción creciente de
los recursos disponibles. El militarismo es tanto una forma de rescate con
subvenciones corporativas como un drenaje sin fin de la economía en
general.
Cada día que pasa el costo de las guerras de ocupación infinitas se
torna más obvio y menos soportable a l@s millones de pobres y gente
trabajadora en los EEUU y en Europa. El incremento de penuria económica,
recortes presupuestarios, y bajas militares están socavando esta gran
alianza militar. La OTAN se está desmoronando desde abajo, a la vez que se
expande numérica y geográficamente.
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