Oposición aumenta en Europa
Planes de EEUU para la OTAN chocan contra la pared
Por Sara Flounders
La OTAN sostuvo una reunión de tres días en Bucarest, Romania del 2
al 4 de abril a la cual asistió George W. Bush y otr@s jef@s de estado.
Fue una reunión tormentosa. Esta alianza de potencias militares
imperialistas dominada por mucho tiempo por Estados Unidos, se vio dividida por
varias propuestas presentadas por Washington.
Una de las propuestas era la expansión de la OTAN hacia el este para
incluir a Ucrania y Georgia, las cuales formaban parte de la Unión
Soviética y están en la frontera de Rusia. Otra era la de instalar un
sistema estadounidense de misiles balísticos en la República Checa y
en Polonia, el corazón de Europa. Otra era el reconocimiento por
Washington de la independencia de la provincia serbia de Kosovo.
Sin embargo el problema más inmediato para Bush fue la resistencia a su
petición de que la OTAN enviara miles de soldados más a
Afganistán. El problema de encontrar más jóvenes para ser carne
de cañón expuso la evidente debilidad de esta rápida alianza
militar.
Estados Unidos está tan atrancado y tan sobre extendido en Irak que ahora
está forzando a otros miembros de la OTAN para que llenen el vacío
que la situación del deterioro del Pentágono en Afganistán ha
creado. Sin embargo, hay una gran oposición en Europa al aumento de gastos
militares y en especial a salvar a Estados Unidos enviando tropas a Irak y
Afganistán.
Sondeo tras sondeo tanto en Europa oriental como en Europa occidental, la gran
mayoría de la gente se ha opuesto a un envolvimiento militar más
profundo. Los políticos saben que enviar más tropas a Irak o
Afganistán es un suicidio político.
El imperialismo estadounidense tiene grandes y ominosos planes de rodear a
Rusia y a China con bases de EEUU/ OTAN. Los planes se ven bien en papel y en
los juegos de guerra. Pero desplazar tropas es cada vez más
difícil.
Las manifestaciones en contra de las reuniones de la OTAN y sus ejercicios
militares muestran una oposición más profunda que se fermenta en las
masas populares.
Además, Rusia ha advertido que la expansión hacia el este de la OTAN
y el establecimiento de misiles estadounidenses en la República Checa y en
Polonia son una grave amenaza a su seguridad y podría llevar a una
inestabilidad en toda Europa y hasta a una guerra.
Tanto la fuerte oposición de Rusia como la creciente resistencia en los
respectivos países han llevado a grandes desacuerdos entre los
imperialistas europeos. En la reunión de Bucarest, Alemania, Francia,
España, Italia, Bélgica, Los Países Bajos y Luxemburgo, fuerte y
abiertamente se opusieron a las exigencias de Bush de incluir a Ucrania y a
Georgia en la OTAN.
Las clases dominantes de estos países son también ladrones
imperialistas. Pero temen que estos agresivos avances militares de los Estados
Unidos puedan estar creando oposición en las bases populares. Sus
continuas ganancias están basadas en la estabilidad capitalista.
Los débiles y dependientes regímenes capitalistas de Europa Oriental
y los Balcanes, recientemente aceptados en la OTAN, votaron con los Estados
Unidos.
La clase capitalista de EEUU vota por expansión de OTAN
Bush declaró en Bucarest que “la OTAN ya no es solo una alianza
estática enfocada en la defensa de Europa. ...esta es ahora una alianza
expedicionaria que envía sus tropas a todo el mundo. ...” (New York
Times, 5 de abril) El presidente estadounidense no habló solo a nombre de
su pequeño círculo. Llevaba consigo una resolución aceptada
unánimemente por la Cámara de Representante en apoyo a sus demandas
de incluir a Georgia y a Ucrania en la OTAN.
En el Congreso y entre l@s candidat@s presidenciales y otr@s políticos de
ambos partidos, no hubo debate u oposición a estas peligrosas propuestas
sobre la dirección futura de la OTAN.
Apenas se reportó en la prensa capitalista de los Estados Unidos cómo
las demandas de Bush se convirtieron en fuente de descontento durante la cena
de la OTAN que regularmente es muy sedada. La discusión política
duró dos horas más de lo programado. Finalmente Laura Bush y las
esposas de otros líderes se retiraron de la reunión cuando los
intercambios exaltados continuaron.
Mientras que la prensa de Estados Unidos se enfocaba en el Dalai Lama y las
acciones de China en el Tíbet, no hubo cobertura alguna del cierre total
de toda la población de Bucarest por 30.000 agentes de la policía y
de la prohibición de toda reunión política o protestas.
La unanimidad de la clase dominante acerca de la expansión de la OTAN
está reflejada hasta en el movimiento progresista en los EEUU. Mientras
que hay una oposición abrumadora a la ocupación estadounidense de
Irak, hay poca discusión sobre el costo a largo plazo y los peligros de la
expansión de la OTAN.
Washington tenía grandes esperanzas antes de la cumbre de la OTAN. La
noche anterior al encuentro, el General Ray Henault, presidente del Comité
Militar de la OTAN, dijo los siguientes puntos en forma jactanciosa:
“Hace menos de 20 años, la OTAN consistía de 16 miembros, no
contaba a ninguno como socio, y no conducía operaciones o ejercicios fuera
de las fronteras de los estados miembros. ... Hoy, la OTAN cuenta con 26
miembros y 38 otros países en cuatro arreglos de asociación. ...
“En pocos años, la OTAN ha conducido ocho operaciones en cuatro
continentes. La OTAN se ha expandido cinco veces desde su creación, y su
crecimiento parece inevitable.
... Y no parece que ese ritmo de actividad vaya a disminuir pronto.”
El Gen. Henault predijo que la “Cumbre de Bucarest tendrá suma
importancia para la orientación futura de la alianza y de sus socios,
resultando en decisiones políticas claves sobre el crecimiento y mejoras
en nuestra capacidad militar, y en cómo conducimos nuestras
operaciones”.
Pero la reunión no fue así. No fue posible disfrazar las diferencias
en las cenas de estado o en la conferencia de prensa final. Los líderes de
la OTAN decidieron dejar la cuestión contenciosa de Ucrania y Georgia para
una reunión de cancilleres que tendrá lugar en diciembre de 2008.
No hubo acuerdo sobre el reconocimiento diplomático de Kosovo. Cada
político intentó evitar compromisos firmes para el envío de
más tropas a Afganistán.
Rápido crecimiento de OTAN
La OTAN como alianza militar dominada por los EEUU era hasta el colapso de la
Unión Soviética, un bloque de países prósperos,
industrializados, e imperialistas que se habían enriquecido por
décadas de pillaje colonial.
Era primordialmente un bloque imperialista dedicado a defender los mercados
capitalistas contra la propagación de revoluciones socialistas en Europa a
través del poder militar, chantaje nuclear, sabotaje económico, de
espionaje y de terror.
Ahora la OTAN ha crecido un tamaño cuatro veces el original y se ha
extendido mucho más allá que el área cubierta en el
Atlántico del Norte. Todos los nuevos miembros y los “socios”
de este bloque militar son países de Europa del este y de la ex Unión
Soviética que se han convertido en mini estados capturados y colonizados
económicamente por el imperialismo europeo y estadounidense.
Hasta el 1990 tuvieron economías mucho más integradas y planificadas
basadas en la propiedad pública de los medios de producción. Las
necesidades básicas desde alimentación y vivienda, hasta el cuidado
de la salud y la educación estaban garantizadas y subvencionadas por el
estado.
La membrecía en esta alianza militar imperialista no se basa en la
igualdad o en la democracia. Está basada en una élite pequeña y
privilegiada que se ha beneficiado enormemente de la privatización forzada
de industrias que anteriormente eran propiedad del pueblo. Estas élites
están ansiosas por estabilizar su nuevo capitalismo atando a sus
países a los mercados del Oeste. La pertenencia a la OTAN y a la
Unión Europea está considerada por este grupo pequeño como una
barrera de seguridad contra su propia clase trabajadora.
El proceso de absorción de estas economías ha sido despiadado. Para
unirse a la OTAN, los gobiernos tienen un máximo de 10 años para
convertir sus economías anteriormente socialistas a un
“alineamiento” a las economías de los EEUU y Europa. La OTAN
llama a este proceso el “Plan de Acción para Membrecía”
(PAM). Es el mapa de ruta que indica a los regímenes las condiciones
económicas y militares severas que tendrán que imponer para ser
considerados para la membrecía en la OTAN.
Aquellos aceptados en el PAM tendrán que entregar la totalidad de su
país a los planificadores de los EEUU para asegurarse que van a hacer los
cambios necesarios para integrarse a los mercados capitalistas del Oeste. Los
países tienen que comprometerse a una “cooperación”
extensa con los EEUU en los campos de la economía, la política, y la
seguridad.
Tendrán que desarrollar todas las facilidades militares que se les
requiera, contribuir tropas para que participen en acciones militares de la
OTAN, y asegurar que sus fuerzas militares estén obedeciendo a la
estructura de mando de la OTAN. La soberanía política y
económica se pierde. Toda planificación a largo plazo tiene que ser
coordinada con los EEUU. Pero lo más oneroso es que tienen que incrementar
vastamente sus gastos para la defensa y la policía e integrar plenamente
su sistema de inteligencia con la de la OTAN. Tienen que aceptar nuevos
préstamos enormes y comprometerse a comprar equipo militar de los EEUU que
se integra con los de la OTAN.
A estos países les habían hecho promesas enormes sobre la prosperidad
que les esperaba a largo plazo si se sometían totalmente. Pero ahora ellos
son los primeros en sentir el impacto de la crisis económica que está
diseminándose por todos los mercados capitalistas.
Manifestaciones y la oposición masiva
Por toda Europa se puede ver en manifestaciones y en encuestas la furiosa
oposición a la expansión de la OTAN, al despliegue de mísiles
balísticos estadounidenses, y al envío de las fuerzas de la OTAN a
Afganistán.
En la República Checa y en Polonia, las encuestas muestran que hasta un 70
por ciento se opone a las instalaciones de mísiles en sus países.
Asambleas masivas, manifestaciones y campañas de peticiones están
reclamando que la cuestión sea decidida por un referéndum nacional.
Los gobiernos débiles de Praga y Varsovia que están respaldados por
los Estados Unidos estaban esperado la bendición de la OTAN para el
proyecto de las bases de mísiles.
Una investigación dirigida por sociólogos del Centro Levada
mostró que tres cuartas partes de la población de Rusia están en
contra de la admisión de Ucrania y Georgia a la OTAN. Una encuesta de
Harris reportó el 28 de marzo que europe@s del este y del oeste se oponen
al despliegue de mísiles estadounidenses en la República Checa y en
Polonia, viéndolo como el comienzo de más mísiles
estadounidenses en Europa. L@s que fueron incluíd@s en la encuesta vieron
como improbable la idea de que Irán sea una amenaza nuclear, lo cual
Washington da como una justificación para el despliegue. Por toda Europa
el pueblo piensa que es Rusia la que podría ser blanco de una acción
militar.
En Alemania más del 70 por ciento de las personas que participaron en la
encuesta opinaron en contra del despliegue. En España la oposición
fue de un 61 por ciento y en Francia de 58 por ciento. El apoyo para los
mísiles estadounidenses fue muy bajo – de 11 a 20 por ciento.
Una encuesta alemana del Fondo Marshal encontró que solamente un 30 por
ciento de europe@s apoya el comprometer tropas para operaciones de combate en
Afganistán.
En Ucrania, un estudio publicado en febrero mostró que el 70 por ciento se
oponía a que su país se uniera a la OTAN; solamente el 11 por ciento
realmente apoyó la membrecía de Ucrania a la OTAN.
Otra encuesta confirmó que el 70 por ciento de la población de
Montenegro, dada la oportunidad de hacerlo, votaría en contra de la
unión a la OTAN. Este sentimiento popular está reflejado en los
movimientos masivos que están creciendo en las calles.
En la víspera de la reunión cumbre en Bucarest, un bloque de
socialistas y comunistas en Ucrania llamó a manifestaciones masivas. Su
volante decía “Hoy en día el/la estadounidense promedio quien
aporta una parte significativa del presupuesto de su familia para las
operaciones militares en Irak, ya no quiere pagar por esta operación y no
quiere que sus hombres mueran allá. ¿Quieren eso los ucranianos?
¡OTAN — No!”
Una manifestación en Kiev, la capital de Ucrania, se dirigió a la
Embajada Estadounidense y bloqueó el centro de la ciudad por horas.
Algunos se quedaron por la noche y levantaron carpas para quedarse allí
más tiempo.
Manifestaciones masivas también tuvieron lugar en las ciudades ucranianas
de Karkov, Dniepropetrovsk, Donetsk, Luhansk, Odesa, Zaporizhzhya, y
Sebastopol.
Tres días más tarde, cuando la OTAN fracasó en lograr una
decisión sobre la unión de Ucrania y Georgia al programa de PAM,
decenas de miles por toda Ucrania celebraron la victoria en las calles.
En Bucarest, donde se esperaban manifestantes de toda Rumania y de Europa para
protestar la reunión de la OTAN, 30.000 policías, militares,
francotiradores, y policía clandestina ocuparon el centro de la
ciudad.
Hicieron detenciones masivas en el centro de convergencia anti-OTAN el cual
había sido legalmente alquilado. Todos los permisos de protesta fueron
negados, haciendo que todas manifestaciones contra la OTAN fueran ilegales. Se
estimuló a l@s residentes a dejar la ciudad. Las escuelas y los lugares de
trabajo fueron cerrados por la duración de la reunión cumbre. El jefe
de la policía de Bucarest advirtió públicamente que las
protestas no serían toleradas. L@s activistas que intentaron entrar en
Rumania de otros países de la Unión Europea les fue negada la entrada
sin dar ningún motivo.
Cientos de personas participaron en una manifestación en el norte de
Polonia el 29 de marzo contra los planes estadounidenses de construir una base
de defensa de mísiles en la región. L@s manifestantes llevaban
banderas que decían: “No queremos ser su escudo de
mísiles” y “Ni un paso más en la carrera
armamentista”
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