Las elecciones del 2008 y las posibilidades de lucha
A continuación presentamos una declaración publicada por el
grupo juvenil Combatamos el Imperialismo, Luchemos Junt@s, (FIST, por sus siglas en inglés) Visite fistyouth.org.
4 de noviembre—La elección del Senador Barack Obama como el
primer presidente negro de los Estados Unidos, es histórica. No hay
cinismo que pueda borrar este hecho.
Aún más histórico fueron las grandes concentraciones de personas
que hicieron fila frente a iglesias, bares, centros comunitarios, oficinas de
sindicatos y hogares. En Chicago, cientos de miles llenaron el parque Grant. En
Harlem, N.Y. miles vitoreaban frente a una gran pantalla de televisión al
ver los resultados. Después de que fue anunciada la victoria, la multitud
estalló en aplausos y vitoreo. So oían las bocinas de los carros, los
niños corrían y gritaban, “¡Tenemos un presidente negro!
¡Lo merecemos! ¡Lo merecemos!”
Y de hecho, luego de cientos de años de opresión—desde cuando
l@s primer@s esclav@s fueron traíd@s a las costas de América del
Norte encadenad@s después de haber sobrevivido lo que debió haberse
sentido como un tiempo interminable, hacinad@s como carga en los barcos,
después de haber visto como tiraban por la borda a otr@s african@s, cuyos
cuerpos todavía cubren las aguas del Atlántico—las masas
oprimidas negras se merecen un presidente negro.
Después de años de opresión y represión— de
esclavitud en la práctica, apartheid, linchamientos, asesinatos de
líderes, pobreza y exclusión, hasta el estado actual de racismo y
represión—y a solo tres años del Huracán Katrina, esta
victoria simbólica y las lágrimas de gozo y alivio, las sonrisas y
las exclamaciones del pueblo negro, joven y viejo, no puede negarse o
descartarse.
¿Cómo deben interpretar l@s revolucionari@s y l@s antiimperialistas
el fenómeno de Obama y los logros del Partido Demócrata en el
Congreso?
Es el deber de l@s revolucionari@s marxistas analizar cualquier levantamiento
de l@s oprimid@s y l@s trabajador@s. Fue Federico Engels, compañero de
Karl Marx y co-escritor del “Manifiesto Comunista,” quien
escribió que el sufragio universal es “la medida de madurez de la
clase obrera. No puede y nunca podrá ser más de eso en el estado
actual.”
La realidad es que el fenómeno Obama y los logros del Partido
Demócrata están aprisionados por dos conjuntos contradictorios de
expectativas—las de la clase capitalista gobernante, imperialista y las
de las masas populares oprimidas negras, de las otras naciones oprimidas y de
la clase trabajadora en general.
Las masa trabajadora y oprimida quiere el fin de la guerra en Irak; empleos con
salarios justos; cuidado de salud; viviendas, incluyendo una moratoria en las
retomas y desalojos; acceso a la educación; fin de las redadas y
deportaciones; y que se termine la brutalidad policial, la ocupación
policial de las comunidades oprimidas y el encarcelamiento de los jóvenes
oprimidos en el complejo industrial de prisiones.
La clase dominante de los EEUU necesita una imagen más suave alrededor del
mundo después de ocho años de reacción de la derecha. Su
expectativa es una de rescates corporativos, acceso más barato a los
recursos y más mercados.
El imperialismo de los EEUU no ha cambiado. ¿Qué importa si un
apretón de manos y una sonrisa preceden la cuchillada por la espalda? Eso
es lo que ofrecen l@s Demócratas.
La historia, sin embargo, pertenece a las masas y son las demandas de las masas
las que van a comprobarse como más fuertes. Aunque algun@s en el Partido
Demócrata pueden haber tenido la intención de que las palabras
“cambio” y “esperanza” fueran consignas huecas, sin
contenido, las expectativas de las masas son de que esas palabras tengan
sustancia.
La crisis económica se va a profundizar. El mercado de viviendas está
saturado, al igual que el mercado de automóviles, y ya ha habido un
declive en el sector de la construcción lo que ha resultado en despidos
masivos. La crisis crediticia y la disminución de gastos por l@s
consumidor@s han resultado en más despidos. Todos los sectores alrededor
del mundo están siendo golpeados y las bolsas de valores siguen oscilando.
Puede ser que la situación empeore. La crisis capitalista puede eclipsar a
la Gran Depresión y resultar en una crisis generalizada de
sobreproducción.
Para l@s trabajador@s y oprimid@s, esto significa más miseria. Para l@s
antiimperialistas y revolucionari@s, esto representa grandes oportunidades para
ejercer una influencia más amplia e impulsar la lucha hacia un nivel
más alto. Podemos explicar lo que es el imperialismo y demostrar
solidaridad a nuestra clase a nivel mundial –desde Harlem hasta Irak y
desde Palestina y Afganistán hasta África, Latinoamérica y Asia;
para demostrarle a l@s trabajador@s y oprimid@s en los EEUU todo lo que tienen
en común con l@s trabajador@s y oprimid@s alrededor del mundo y elevar las
demandas de l@s trabajadore@s.
La lucha vendrá y las millones de personas que salieron a las calles en
celebración de ese evento histórico, y las millones de personas
más que lo vieron con alegría no van a desaparecer, sino que
saldrán a las calles al empeorar las condiciones.
Mientras la crisis capitalista se profundiza, mejoran las perspectivas para la
lucha y por el socialismo.
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