EDITORIAL
¿2011? ¡Que las tropas salgan ahora!
El fracaso total de Washington en su intento de imponer un llamado Acuerdo
Sobre el Estatus de Fuerzas que gobierne la presencia de tropas estadounidenses
en Irak después de más de cinco años y medio de guerra y
ocupación, comprueba sin duda alguna que lo que es decisivo no es el
poderío militar sino la voluntad de un pueblo que resiste la
subyugación extranjera.
Parece que el acuerdo está predestinado al fracaso luego de ocho meses de
“negociaciones” entre Washington y el régimen títere
instalado por los Estados Unidos en Bagdad. Cientos de miles de iraquíes
de todas las ideologías políticas y creencias religiosas —
incluyendo a líderes y personal militar iraquí — recientemente
han participado en manifestaciones en las calles para denunciar el acuerdo.
Este acuerdo estipula la retirada de las tropas estadounidenses para finales
del año 2011, la permanencia de docenas de bases militares estadounidenses
en Irak y el control occidental — principalmente estadounidense —
sobre la mayor parte de las reservas de petróleo iraquí.
Ni siquiera el Primer Ministro Nuri al-Maliki puede respaldar públicamente
este acuerdo, el cual confina a Irak a una condición colonial permanente
bajo la hegemonía estadounidense. Nasser al-Rubaie, miembro del parlamento
iraquí del grupo de Moqtada al-Sadr lo dijo claramente: “Éste
es un acuerdo que lleva a Irak de la ocupación directa al colonialismo con
el apoyo del gobierno de Irak. Solo sirve al ocupante.” (London Sunday
Times, 26 de octubre) Una reciente encuesta no oficial de miembros del
parlamento, indicó que el acuerdo no va a tener el apoyo de la
mayoría.
El pueblo iraquí sabe muy bien lo que la dominación estadounidense de
su país ha significado: un millón de iraquíes muert@s, cientos
de miles herid@s y mutilad@s y cinco millones refugiad@s dentro de Irak y en
los países vecinos de Jordania y Siria. Pobreza abyecta, 60 a 70 por
ciento de desemplead@s, propagación de enfermedades, falta de agua potable
y tratamiento médico, infraestructura destruida y peleas sectarias —
han sido “el regalo de liberación” de Washington al pueblo
iraquí.
Sin el Acuerdo Sobre el Estatus de Fuerzas, las 154.000 tropas estadounidenses
no tendrán una “base legal” para quedarse en Irak después
del 31 de diciembre cuando expire el “mandato” de guerra de las
Naciones Unidas (ONU). El fracaso del imperialismo estadounidense en persuadir
a su régimen títere firmar este acuerdo, demuestra que la
política de guerra de Washington está tan arruinada como su
política económica.
Casi 4.200 soldados estadounidenses han muerto en esta guerra, decenas de miles
más han quedado horriblemente mutilad@s y casi un billón de
dólares — dinero necesitado urgentemente por la gente aquí en
los Estados Unidos para empleos, servicios sociales, educación, cuidado de
salud y vivienda — ha sido quemado en esta sangrienta aventura
imperialista.
La heroica resistencia del pueblo iraquí al poder militar más
poderoso en la historia del mundo debe alentar al movimiento estadounidense
contra la guerra a tomar más acción. Es hora de que todas las fuerzas
progresistas aquí intensifiquen sus esfuerzos para demandar el fin
inmediato de la guerra y la ocupación estadounidense, el retiro de las
tropas ahora, e insistir en la autodeterminación del pueblo iraquí.
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