Es la pobreza, no Gustavo, quien trae la muerte al Caribe
Por G. Dunkel
Mientras Gustavo era todavía una tormenta tropical con vientos menos de 70
millas por hora pero con fuertes lluvias, rozó ligeramente la
República Dominicana. Luego se fortaleció hasta ser un huracán
de categoría 1 — de 5 posibles — mientras pasaba por el
sureste y el suroeste de Haití. Se forteleció más mientras
pasaba por Jamaica y las Islas Caimanes.
Al llegar a Cuba la tempestad ya había alcanzado ser un huracán de
categoría 4 con vientos de 140 millas por hora. En el pueblo de Paso Real
de San Diego en el oeste de Cuba, las rachas alcanzaron las 212 millas por
hora, un nuevo récord nacional, según un portavoz del Instituto
Cubano de Meteorología. (MSNBC.com)
La furia del huracán pasó por la Isla de la Juventud en Cuba, luego
por la parte oeste de Cuba pero no por la Habana, de lo cual se salvaron sus
dos millones de habitantes, antes de dirigirse al norte hacia los Estados
Unidos por el Golfo de México.
De las aproximadamente 90 muertes que fueron reportadas durante la trayectoria
de Gustavo por el Caribe, alrededor de 75 fueron en Haití, ocho en la
República Dominicana y ocho en Jamaica. Ninguna muerte fue reportada en
Cuba, aunque algunas personas fueron heridas por escombros lanzados por el
viento.
El número de muertes reportado en Haití puede subir. “Hay
regiones afectadas por el huracán donde nuestros equipos no han podido
penetrar,” dijo la directora de protección civil, Alta Jean-Baptiste
a reporteros en Port-au-Prince, añadiendo que la mayoría de muertes
ocurrieron en el sureste de Haití.
“La mayoría de las víctimas murió cuando se cayeron sus
casas, o fueron matados por árboles que les cayeron encima. Otros se
ahogaron cuando trataron de cruzar ríos acrecentados,” dijo ella.
Aludes de lodo, muy comunes en las zonas desforestadas del campo haitiano, sin
duda resultaron en muchas víctimas.
Haití es decididamente el país más pobre de todos los que fueron
azotados por Gustavo. Aún si el gobierno hubiera querido hacer una
evacuación, no hay autobuses para mudar a la gente ni suficientes caminos
pavimentados para acomodar los autobuses. Y aún si tuviera los caminos y
los autobuses, necesitaría edificios para resguardar a las masas de gente
y proveer un lugar donde pudiera alojarles y distribuir alimentos, cosas que
Haití no tiene.
Los países capitalistas más desarrollados, Estados Unidos y Europa,
han castigado intencionalmente la economía de Haití desde hace muchos
años cuando una revolución exitosa de esclavos derrotó allí
al régimen colonial francés a principios del siglo XIX.
La mayoría de la gente en Cuba también era muy pobre en el pasado.
Pero luego de su revolución socialista en 1959, Cuba se ha enfocado en la
salud y el desarrollo de su pueblo. Antes de que llegara el huracán,
evacuó a 250.000 personas como una precaución. Comités de
defensa civil visitan a cada familia para anunciarles que viene una
evacuación, y luego vuelven a visitarlas para asegurarse de que tod@s
hayan salido, incluyendo l@s de la tercera edad y l@s discapacitad@s.
Las comunidades son evacuadas juntas y saben a dónde van para que las
familias no estén separadas. L@s doctor@s en la comunidad van con sus
pacientes para garantizar que las medicinas como la insulina y otras estén
disponibles.
Cuba sufrió significativos daños físicos a sus cosechas y
edificios en esta tormenta extremadamente violenta, pero hasta el mediodía
del primero de septiembre, ninguna pérdida de vida había sido
reportada.
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