Un retroceso en el Proceso de Paz
¿Qué pasó realmente en Colombia?
Por Berta Joubert-Ceci
Colombia estuvo en los titulares alrededor del mundo el 2 de Julio como nunca
antes. Nos enteramos que la ex candidata a la Presidencia de Colombia, Ingrid
Betancourt, había sido liberada de un grupo guerrillero marxista, junto
con tres estadounidenses contratistas del Pentágono —Tom Howes, Marc
Gonsalves y Keith Stansell— y 11 miembros del Ejército y la
Policía de Colombia.
Habían sido capturad@s por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
(FARC-EP) en distintas ocasiones, en un esfuerzo por presionar al gobierno para
llevar a cabo una negociación política que termine con el conflicto
colombiano, que lleva ya 60 años. Las FARC habían propuesto
intercambiar a varios cientos de retenid@s por ellos, por 500 de sus miembr@s
encarcelados en prisiones colombianas (y tres en cárceles federales en los
EEUU).
Más importante aún, la solución negociada incluiría un
acuerdo en el que las FARC se reunirían con el Gobierno Colombiano para
buscar avenidas para una paz verdadera, con justicia económica y social
para la mayoría del pueblo colombiano, que vive en la pobreza.
Libertad en tres versiones
Sin embargo, los titulares fueron una distorsión de la realidad, llevada a
cabo por el Gobierno Colombiano, el cual tiene una amplia experiencia en dar a
conocer medias verdades y falsas propagandas. Bautizó la acción
“Operación Jaque”.
De acuerdo con el Ministro de Defensa Juan Manuel Santos, l@s 15 retenid@s por
las FARC fueron entregad@s a efectivos militares que se hicieron pasar por una
“misión humanitaria”. El Gobierno enfatizó que fue una
operación pacífica en la que ninguno de los dos bandos disparó
un sólo tiro. Su explicación fue que era una operación
encubierta llevada a cabo “infiltrando altos niveles de las FARC” y
haciéndoles creer que l@s prisioner@s iban a reunirse con Alfonso Cano, el
actual líder de las FARC, quien supuestamente había enviado el
helicóptero para recogerles.
Con esta historia, presentaron a la insurgencia armada como un grupo en
desconcierto, después de las recientes muertes de tres de los miembros de
su Secretariado: Raúl Reyes e Iván Ríos (quienes murieron en
operaciones militares), y Manuel Marulanda, fundador de las FARC, quien
murió por causas naturales.
La elogiaron como una operación perfecta que marca el fin del grupo
guerrillero.
Mientras Santos enfatizaba que fue una operación 100% colombiana, sin la
participación de gobiernos u organizaciones extranjeras, la portavoz de la
Casa Blanca, Dana Perino declaró el 3 de julio que fue “concebida
por los colombianos y ejecutada por los colombianos, con nuestro completo
apoyo”. El Embajador de EEUU en Colombia, William Brownfield, habló
con CNN acerca del “apoyo técnico” que los EEUU brindaron en
la operación.
¿Cuál fue este “apoyo”? MSNBC reportó el 3 de julio
que “el jueves, el Coronel William Costello, portavoz del Comando Sur de
los EEUU, declaró que el Comando hizo 3600 vuelos de inteligencia,
vigilancia y reconocimiento, producto de 175 pistas de inteligencia, y
gastó $250 millones en el intento”.
Luego citó funcionarios de EEUU quienes hablaron “con la
condición de mantener su anonimato porque no estaban autorizados a hablar
oficialmente y la Administración Bush estaba decidida a darle todo el
crédito a los colombianos”. Estas fuentes dijeron, de acuerdo con
MSNBC, que “el Comando de Operaciones Especiales de los EEUU ayudó
con la vigilancia en el último año, que localizó a los
retenidos, usando satélites, reconocimiento aéreo y terrestre, y que
los había rastreado desde entonces”.
Una segunda versión de los eventos viene de Francia.
La página francesa de noticias por Internet MediaPart y la Radio Suisse
Romande, reportaron por separado que la operación no fue un rescate sino
más bien una “transacción por 20 millones de
dólares” y que el Gobierno Colombiano pagó ese monto
(proporcionado por los EEUU) para la liberación de los tres
contratistas del Pentágono.
Supuestamente, negociaciones secretas se llevaron a cabo mediante la esposa de
uno de los hombres encargados de vigilar a Betancourt. Esta mujer habría
sido capturada por el Ejército Colombiano y forzada a hacer cambiar de
bando a su esposo, y a aceptar un soborno. No hace falta decir que el Gobierno
Colombiano rechaza vehementemente esta versión, pero admitió que paga
por recibir información.
Dos Enviados Especiales europeos, el diplomático francés Noel
Sáez y su contraparte suizo Jean Pierre Gontard, estaban en Colombia en
ese momento. Ellos habían solicitado permiso al Gobierno Colombiano para
profundizar las negociaciones con las FARC para obtener la liberación de
Betancourt (quien tiene ciudadanía colombiana y francesa) y de los
demás. El Gobierno Colombiano les concedió ese permiso y se
comprometió a colaborar con este intento, el cual era ampliamente conocido
(el mismo Gobierno lo había divulgado previamente). También se
reportó en Francia que ambos ya se habían comunicado con la
cúpula de las FARC.
Narciso Isa Conde, un líder izquierdista dominicano, ha presentado una
tercera versión de los hechos. Isa Conde es miembro del grupo
“Coordinadora Continental Bolivariana”, y tiene autoridad para
hablar sobre el tema, ya que participó en previas negociaciones para la
liberación de Betancourt. En un artículo ampliamente divulgado
escrito el 3 de julio y titulado “No hubo tal rescate”, escribe que
la operación fue en verdad “una iniciativa robada a las
FARC”.
Isa Conde explicaba que las FARC estaban a punto de liberar a los 15 al equipo
franco-suizo, por lo que tenían que ser llevados a un solo punto desde
tres diferentes partes de la selva. Los retenidos iban a ser
transportados en helicópteros civiles a un lugar donde se reunirían
con el liderazgo de las FARC en una ceremonia para entregarlos a los
europeos.
Sin embargo, el Ejército Colombiano, con la ayuda de la vigilancia de los
EEUU, localizó los helicópteros y sus tripulantes fueron reemplazados
por pilotos militares disfrazados como miembros de las FARC (usando camisetas
del Ché), quienes mantuvieron el montaje hasta que tod@s l@s retenid@s
estuvieran dentro de los helicópteros.
Esto ciertamente explicaría por qué el resto de los guerrilleros
entregaron a l@s retenid@s sin hacer un solo disparo.
El papel de Israel
Varios reportes comentaron acerca de lo “efectiva” y “libre
de incidencias” que fue la operación. Ingrid Betancourt, al llegar a
Francia, habló de “los israelitas” y su “fama que tienen
ellos de esos comandos operativos tan extraordinarios, de pronto esos pueden
asemejarse al golpe que se dio hoy”.
De hecho, Israel es parte del Plan Colombia, la estrategia de los EEUU para
controlar Colombia. Hay amplia documentación de cómo los Servicios
Secretos Israelíes Mossad y Shin Beth han brindado asistencia al gobierno
de Uribe en territorio colombiano. El diario israelí Maariv reportó
en 2007 que el General Israel Ziv, quien había comandado las fuerzas
israelíes en Gaza, fue consultor de “seguridad” para el
Gobierno Colombiano.
De acuerdo con un reciente reportaje en TeleSur, el Ministro de Defensa
Colombiano Santos viajó a Israel en febrero de 2008, para reunirse con la
cúpula de Mossad (equivalente israelí de la CIA). Durante el mismo
viaje, fue a los EEUU para reunirse con el Secretario de Defensa Robert Gates,
quien había sido Director de la CIA con anterioridad.
El Beneficiario: ¡Uribe!
Algo está claro como el agua. La persona quien más se ha beneficiado
de esta operación, es el mismo Presidente Álvaro Uribe.
Hasta el cuello en escándalos de corrupción y parapolítica,
necesitaba una cortina de humo. Con la ayuda de los medios capitalistas de todo
el mundo, pero en particular de los medios oligarcas colombianos, la
Administración de Uribe ha montado una campaña para presentarlo como
un héroe y el más grande defensor de la paz. Sin embargo, hasta sus
más cercanos aliados en el gobierno están siendo implicados en
masacres y otros crímenes perpetrados por paramilitares. Muchos de ellos
incluso han sido condenados a prisión y están cumpliendo sus
sentencias.
Realmente necesitaba esto, y los EEUU se lo dieron.
Su reelección en 2006 ha sido declarada ilegal por la Corte Suprema de
Justicia Colombiana porque ofreció puestos políticos y favores a una
congresista quien dio el voto crítico aprobando su reelección, la
cual tenía una prohibición constitucional. A pesar de eso, Uribe
ahora está proponiendo un referéndum para cambiar la
Constitución para que pueda optar por un tercer término en 2010.
Su Jefe del Ejército, General Mario Montoya, quien recibiera una medalla
del Ejército de los EEUU, fue implicado en la creación de una unidad
terrorista clandestina dentro del Ejército Colombiano. Esta “Alianza
Americana Anticomunista” atacó, asesinó, y secuestró
activistas de izquierda. Montoya tiene un largo historial criminal, incluso
cuando lideró la “Fuerza de Tarea Conjunta del Sur” entre
1999-2001, financiada por los EEUU.
Las acciones llevadas a cabo por Uribe en el pasado, en relación a otros
retenidos por las FARC, no han mostrado intención de obtener su libertad.
Después de que las FARC liberaron unilateralmente a siete prisioner@s a
fines del año pasado, Uribe bombardeó un campamento de las FARC en
Ecuador, donde Raúl Reyes estaba preparando la liberación de Ingrid
Betancourt, junto con el Gobierno Ecuatoriano. Este bombardeo, llevado a cabo
con asistencia técnica de EEUU, mató a Reyes y a otras 23 personas,
incluyendo a un ecuatoriano y a cuatro estudiantes mexicanos.
La madre de Betancourt, Yolanda Pulecio, declaró en ese momento:
“ruego que Uribe no encuentre a mi hija” porque podría
“ordenar operaciones militares que podrían matarla y luego
justificar la guerra diciendo que la guerrilla la mató”.
La tragedia humanitaria en Colombia empeora
En este año ya son 30 los líderes sindicales asesinados. Los
paramilitares que Uribe dice están “desmovilizados”
simplemente han cambiando su nombre de “Autodefensas Unidas de Colombia
(AUC)” a “Las Águilas Negras”. Continúan sembrando
el terror a lo largo del país, con completa impunidad.
La situación actual en Colombia es desesperada para el movimiento
progresista, el cual valientemente continúa protestando e intentando
construir alternativas de paz y justicia frente a la represión criminal
por parte del Estado y a la horrible violencia de las fuerzas
paramilitares.
La pobreza continúa y aumenta; la privatización de servicios
esenciales impide que las mayorías tengan acceso a la educación y
atención de la salud. Millones de niños y niñas deben trabajar
para poder sobrevivir. Las comunidades campesinas, indígenas, y
afrocolombianas continúan siendo desplazadas. Líderes progresistas
continúan siendo víctimas de asesinatos y desapariciones.
Mientras estas condiciones existan, el movimiento guerrillero también
existirá.
Necesidad de solidaridad internacional
No es sorprendente que l@s retenid@s por las FARC-EP fueran
“liberados” el mismo día en que el Candidato Presidencial John
McCain visitara Colombia para reafirmar a Uribe su apoyo al Tratado de Libre
Comercio, actualmente paralizado en el Congreso de los EEUU. También fue
un día después de que la infame Cuarta Flota de la Armada de los EEUU
iniciara su merodeo en las aguas del Caribe y de América Latina.
El movimiento progresista en los EEUU tiene una enorme deuda con los pueblos al
sur del Río Grande. Wall Street y Washington son la amenaza más
grande para la estabilidad de la región y para el desarrollo de los
procesos progresistas que están ocurriendo allá.
Sería un enorme retroceso para las fuerzas progresistas y revolucionarias
del mundo que este brutal gobierno que le hace el trabajo sucio al imperialismo
estadounidense, pudiera enraizarse en Colombia, y amenazar a la Revolución
Bolivariana de Venezuela, a Bolivia y a Ecuador. Es extremadamente importante
dar muestras concretas de solidaridad con el luchador pueblo colombiano que
está deteniendo la mano de una dictadura fascista.
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