27.000 maquinistas en huelga en la Boeing
Por Jim McMahan Seattle
L@s combativ@s maquinistas (“Fighting Machinists” ) salieron en
huelga contra la Boeing a las 12:01 a.m. el 6 de septiembre e inmediatamente
establecieron líneas de piquete. La producción de las órdenes
retrasadas de aviones valorizada en $275 mil millones cesó. El 3 de
septiembre, el sindicato, la Asociación Internacional de Maquinistas y
Trabajadores Aeroespaciales (IAM por las siglas en inglés) había
rechazado el “mejor y final” ultimátum contractual por un 80
por ciento de votos seguido por un voto de un 87 por ciento a favor de la
huelga.
Como resultado, 27.000 maquinistas están de huelga en las facilidades de
Kansas, Oregón y en el estado de Washington; 25.000 de ell@s trabajan en
plantas de Seattle y Tacoma.
El ímpetu para la huelga aumentó considerablemente después de
contados los votos. En ese momento, el negociador en jefe de los maquinistas,
Mark Blondin, anunció que acababa de recibir una llamada del mediador
federal y del gobernador de Washington, Chris Gregoir diciéndole que
Boeing quería volver a la mesa de negociaciones. Los líderes del
sindicato entonces pospusieron la huelga por 48 horas dándole otra
oportunidad a la Boeing. Pero la Boeing en verdad no quería negociar.
Sólo quería romper el ímpetu de la huelga e intentar destruir la
unidad entre l@s huelguistas.
L@s maquinistas en el auditorio estaban rabios@s con esta disrupción.
Habían estado preparándose para la huelga durante seis semanas.
Denunciaron fuertemente a los jefes sindicales Blondin y Tom Wroblewski, este
último siendo el presidente de distrito.
Como la Boeing y el mediador querían reunirse con Tom Buffenbarger,
presidente internacional del sindicato, trasladaron las negociaciones a Orlando
en Florida, lejos de l@s trabajador@s, quienes en una demostración de
fuerza habían estado marchando en las plantas y llevando a cabo
mítines en las afueras de la planta. En la planta de Everett 7.000
trabajador@s marcharon durante el día, y l@s trabajador@s del turno
nocturno hicieron lo mismo. L@s trabajador@s también marcharon hacia el
edificio del sindicato.
El intento de Boeing de ahogar el entusiasmo de l@s trabajador@s falló.
Los negociadores por el sindicato salieron temprano de la mesa de
negociación sin ningún acuerdo, comenzando así la huelga.
La huelga de l@s maquinistas ocurre después de un diluvio de despidos y
recortes por parte de la Boeing a pesar de que recientemente venía
empleando a nuev@s trabajador@s para cumplir con un retraso en la
producción de 3.600 aviones.
A finales de los años 90 y principios de esta década, solamente en
Seattle más de 50.000 trabajador@s fueron despedid@s. Estos despidos no
fueron causados por una recesión económica. La intención fue la
de eliminar permanentemente estos puestos de trabajo para luego depender en la
subcontratación. Los trabajos de fabricar partes para los aviones de la
Boeing han sido subcontratados alrededor del mundo, incluyendo talleres no
sindicalizados en el mismo Seattle. Mientras tanto, la Boeing ha ganado una
fortuna, $13 mil millones, en ganancias durante los últimos 5
años.
L@s maquinistas quieren poner un alto a la subcontratación. Quieren acabar
con el uso de contratistas para entregar los repuestos que vienen de
compañías privadas directamente a las fábricas de Boeing,
trabajo que anteriormente era hecho por maquinistas miembr@s del sindicato. Con
frecuencia, l@s trabajador@s dicen, “El dinero no importa si no se tiene
un empleo”. La movilización de la huelga por l@s maquinistas ya ha
parado a la Boeing de subcontratar los trabajos de mantenimiento. Poner un alto
a la subcontratación y obtener trabajos sindicalizados con buenos salarios
es algo por lo que tod@s l@s trabajador@s luchan.
L@s huelguistas también quieren un mejor salario. Los medios corporativos
de comunicación siempre proclaman que l@s maquinistas ganan más de
$20 la hora, pero más de 5.000 ganan menos que eso. La estación de
televisión King5 de Seattle entrevistó a una mujer maquinista madre
de dos hijos que protestaba y que está ganando $13,95 la hora después
de un año en el trabajo. Mientras que l@s maquinistas hasta la fecha han
ganado un incremento salarial de $2,28 la hora, tod@s l@s recién emplead@s
han recibido muy poco o ningún aumento. Como resultado de desigualdades
como estas, l@s trabajador@s jóvenes están uniéndose a l@s
trabajador@s mayores con experiencia sindical y volviéndose más
militantes.
L@s maquinistas están muy unid@s y much@s dicen que están list@s para
seguir fuera por tres meses más. Superaron un gran obstáculo con la
demora de la huelga por 48 horas. Ahora quieren lograr avances verdaderos para
el movimiento sindical en este país. Dicen, “¡Es nuestro
momento! ¡Este es el tiempo!”
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