EDITORIAL
Biden y Palin
Los candidatos vice-presidenciales de los dos partidos de mayoría, el
Senador Joseph Biden de Delaware y la Gobernadora Sarah Palin de Alaska,
confirman que nada ha cambiado en ninguno de estos dos partidos
capitalistas.
Por otra parte sí han sucedido grandes cambios, pero en el pueblo que va a
las urnas a votar. Ese pueblo está muy en contra de la guerra en Irak
después de haber sido envenenad@s por un tiempo por las mentiras de la
administración de Bush. Ell@s quieren que el gobierno haga algo sobre la
crisis económica que les viene encima como un tren de carga fuera de
control. Están dispuest@s a hacer algo nuevo para traer cambios al
gobierno. Muchísimas personas blancas han dejado atrás aquellos
prejuicios extremos que en todas las elecciones anteriores hubieran excluido a
un afro descendiente de ser candidato a la presidencia.
Sí, ya ha habido cambios, pero si miramos a Biden y Palin, escogid@s por
sus respectivos compañeros de campaña, no los encontraremos. Primero
tomemos a Palin, ya que cualquier liberal puede dar una lista larga de razones
mostrando que ella no solo está a la derecha del centro sino que viene
ideológicamente de la extrema derecha en muchas cuestiones como el derecho
de la mujer al aborto, los cambios climáticos, el medioambiente, en el
control e influencia de las empresas petroleras, y en la ciencia –
incluyendo el negar la evolución.
Lo único que parece separar a Palin de cristianos fundamentalistas que
figuran en la política es que ella es mujer. Pero no es lo mismo ser mujer
que actuar en beneficio de las mujeres. Después de conocer a Margaret
Thatcher, Madeleine Albright, Condoleezza Rice, y una pila de mujeres
imperialistas consumadas, ya debe quedar claro que solamente el género
sexual no define a una figura política. Sus lealtades de clase van por
encima de cualquier sentimiento que puedan sentir por las mujeres de la clase
trabajadora, cuyas condiciones se van empeorando mientras que el poder y la
maldad de las corporaciones crecen.
Entonces nos queda Biden—un sirviente del imperialismo con mucha
experiencia quien ha encabezado el Comité de Relaciones Extranjeras del
Senado justo cuando las relaciones extranjeras de los EEUU son un desastre.
¿Por qué? Porque la mayoría del mundo rechaza la agresión
rapaz llevada a cabo por el Pentágono en beneficio de los señores del
dinero de Wall Street. Biden sabe hablar muy suave mientras lleva al Congreso a
patrocinar los grandes azotes de la guerra y la intervención.
Biden también es conocido como el Senador “Mastercard” porque
trabajó con los grandes bancos para cambiar las leyes asegurando que la
clase trabajadora ya no pueda escapar de las deudas exorbitantes
declarándose en bancarrota.
Estas dos figuras, además, vienen de dos estados con grandes riquezas y
pequeñas poblaciones, donde los súper ricos (las corporaciones de
petróleo, madera y mineras en Alaska y la familia DuPont en Delaware)
mantienen privilegios y poder como señores del Medioevo.
Detrás de toda la farándula, humo y espejos de la coreografía de
las convenciones, el proceso político continúa desposeyendo a la
clase trabajadora, especialmente a los sectores más oprimidos, mientras
les entregan el poder a los cobardes sirvientes del gran capital.
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