La lucha por los derechos de l@s inmigrantes y de la mujer:
Dos luchas entrelazadas
Por Minnie Bruce Pratt
Dos luchas históricas se entrelazan en el mes de marzo: la lucha por los
derechos de l@s inmigrantes y por los derechos de las mujeres
internacionalmente.
El 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer (DIM). Comenzó como
un día para incluir en la lucha de clases a las mujeres obreras, pobres y
de nacionalidades oprimidas. Y a la vez proporcionó un día para que
las mujeres afirmaran su liberación al igual que la de sus
compañeros, y otros miembros de la comunidad.
La simiente para una celebración formal del DIM comenzó en 1907
durante la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas. Esta fue
organizada por la socialista alemana, Clara Zetkin. Entre las participantes
estuvo la camarada bolchevique, Alexandra Kollontai. El llamado al día
internacional para las mujeres surgió de Zetkin en 1910 durante la Segunda
Conferencia de Mujeres Socialistas en Copenhague y l@s socialistas europe@s
comenzaron a celebrar el DIM en 1911. (www.marxists.org)
En 1917, en el Día Internacional de la Mujer, miles de mujeres
trabajadoras de la costura salieron de sus trabajos en Petrogrado, y se unieron
a los obreros, aumentando la cifra de manifestantes a decenas de miles
proveyendo así la chispa que encendió la Revolución Rusa.
(www.cwluherstory.com)
En los Estados Unidos, una huelga militante de mujeres inmigrantes en la
industria de textiles en la Ciudad de Nueva York el 8 de marzo de 1857 pudo
haber inspirado a las mujeres comunistas para tomar ese día como la fecha
oficial del DIM.
‘Pan y rosas’
Ese día en el 1857, los soldados le dispararon a las trabajadoras textiles
mientras ellas estaban manifestándose demandando una semana de trabajo
más corta en la Ciudad de Nueva York.
El 8 de marzo de 1908, decenas de miles de mujeres de la industria textil
llenaron las calles de Nueva York “para protestar contra el trabajo
infantil, las malas condiciones en los talleres y exigir el derecho al voto de
la mujer.” (www.holtlaborlibrary.org)
Estas mujeres obreras eran de muchos países. En 1911 en la huelga
“Pan y Rosas” en Lowell, Massachussetts, las obreras habían
venido de 24 naciones diferentes y hablaban en más de 40 idiomas.
El 75 por ciento de todas las obreras de fábrica en 1920 eran recientes
inmigrantes o de la primera generación inmigrante. (“American Women
in the Progressive Era”: 1993)
Los peligros que ellas enfrentaron eran gigantescos.
En 1911 cuando un fuego comenzó en el taller Triangle Shirtwaist en
Manhattan, 146 mujeres jóvenes perecieron. La mayoría de las
víctimas tenía entre 13 y 25 años de edad y eran también
inmigrantes recientes.
Mujeres líderes en la lucha de inmigrantes
Hoy, mujeres y hombres inmigrantes indocumentados enfrentan trabajos
extremadamente peligrosos, largas horas y salarios de explotación
además de la falta de beneficios de salud y cuidado infantil.
Las trabajadoras indocumentadas también enfrentan amenazas de
violación sexual o violencia doméstica y hasta la deportación si
reportaran los abusos.
Tal como las obreras en la Ciudad de Nueva York que se resistieron en las
famosas acciones del “Levantamiento de 20.000” en 1910, las mujeres
de hoy están proveyendo un liderazgo en el desarrollo de la lucha por los
derechos de l@s inmigrantes que recobró vida el año pasado en los
Estados Unidos.
Estas mujeres traen consigo las tradiciones de resistencia y lucha de sus
países, dando a la lucha de clases aquí una nueva vitalidad y
experiencia al igual que nuevas tácticas y estrategias.
El 28 de marzo del año pasado otro “levantamiento de 20.000”
tomó lugar cuando ese mismo número de estudiantes salió de sus
aulas en por lo menos 70 escuelas de enseñanza superior en el Sur de
California para protestar contra las leyes contra-inmigrante propuestas por el
Senado de los Estados Unidos.
Una de ellas fue Rosalina García, una estudiante de escuela secundaria de
Santa Ana, California, que enfrentó a la policía que tenía
pistolas, armas Taser y máscaras. La policía, dijo ella, era
particularmente hostil frente a las mujeres. Sin embargo, dijo, “nunca me
daré por vencida”. (www.uprisingradio.org)
El torrente de millones de inmigrantes y trabajador@s indocumentad@s producido
por la organización de la Coalición del 25 de Marzo siguió
manifestándose en las calles por meses a través de los EEUU, y las
mujeres proporcionaron un liderazgo clave.
El pasado mes de mayo Evelina Molina ayudó a convocar 40.000 personas a
las calles de Santa Rosa en el norte de California, usando sus habilidades como
radiodifusora y productora de la estación de radio pública de habla
hispana, KBBF y su conocimiento de la historia de la sindicalización de
los trabajadores de la agricultura.
Y en noviembre pasado, en Carolina del Norte, dos trabajadoras latinas
lideraron a más de mil compañer@s de trabajo latin@s y
african@american@s en un paro en la planta más grande del mundo de
procesamiento de carne de cerdo. Estaban protestando la campaña represiva
contra l@s trabajador@s documentad@s e indocumentad@s por el Servicio de
Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE por las siglas en
inglés), acciones que tenían la intención de intimidar a l@s
organizador@s sindicales. (www.fistyouth.blogspot.com)
Elvira Arellano, de 31 años de edad, fundadora de La Familia Unida Latina,
sigue con su lucha de más de seis meses en contra de su deportación
desde su lugar de santuario en una iglesia en Chicago. Siendo madre de un hijo
nacido en los EEUU, ella ha destacado la opresión especial y la
resistencia de las mujeres trabajadoras inmigrantes, diciendo, “Lucho
para que la gente indocumentada sea respetada”.
‘El lugar de la mujer está en la lucha’
Teresa Cervas, coordinadora en el Sur de California de la organización
progresista filipina BAYAN-USA, comenta, “L@s filipin@s son la
exportación número uno de nuestro país, forzad@s a salir de
nuestra patria y mudarnos a otros países para trabajar y lograr
estabilidad económica”. Las Filipinas envían más
enfermer@s a los EEUU que cualquier otro país. De los miles que salen cada
año, la mayoría abrumadora son mujeres.
Afiliado a BAYAN, el grupo “Babae” (Mujer) organiza para lograr
“los derechos y el bienestar de las mujeres filipinas de diferentes
generaciones en los Estados Unidos” Su lema es: “¡Somos
personas, no somos ilegales! ¡El lugar de la mujer está en la
lucha!”
En el Sur de los Estados Unidos, l@s organizador@s están estableciendo la
conexión entre el derecho de l@s inmigrantes a quedarse en este país
y el derecho de l@s sobrevivientes del huracán Katrina, principalmente
african@american@s, a volver a sus casas. (Asociación de Derechos
Inmigrantes de Mississippi)
Tanto l@s que nacieron en la región de la Costa del Golfo y l@s que
inmigraron allá se refieren a los principios de la ONU sobre el
desplazamiento doméstico para condenar a los EEUU por rehusar proporcionar
cosas básicas como alimentos, agua potable y refugio durante y
después de los huracanes Katrina y Rita. Se están denominando
Personas Internamente Desplazadas. (www.peopleshurricane.org)
Se ha estimado que hasta un 80 por ciento de l@s sobrevivientes de Katrina son
mujeres de color. (Chicago Tribune del 14 de septiembre del 2006)
En el centro de la lucha contra la catástrofe hecha por el gobierno luego
de los huracanes, están las mujeres africanamericanas de la Costa del
Golfo, como Dyan French Cole, también conocida como Mama D, una líder
por mucho tiempo en su comunidad.
Desde su casa en el Séptimo Distrito (Seventh Ward), ella y la
“Patrulla del Alma” proporcionan comida gratis a sus vecin@s,
ayudan a limpiar sus casas, luchan para prevenir que las viviendas sean
demolidas y luchan por el derecho de los seres humanos a tener una casa de la
cual no serán sacados por las fuerzas del dinero y del poder. (www.aas.duke.edu/katrina)
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