COLOMBIA
Uribe en atolladero por escándalo de la parapolítica
Por Berta Joubert-Ceci
El presidente de Colombia Álvaro Uribe Vélez se encuentra en un
atolladero por el escándalo de la parapolítica. Como Merlín, el
mago en la corte real del Rey Arturo, él está intentando encontrar un
sortilegio que pueda cambiar el espectáculo de esa cruel realidad. Su
delirio está compartido por el Presidente de los EEUU George W. Bush,
quien junto a sus socios cercanos, consistentemente defiende a Uribe.
Pero la realidad sigue arrastrando a Uribe más hacia el horrible
atolladero producto de las estrechas relaciones de sus socios políticos
más cercanos con los criminales paramilitares que han infligido tanto
sufrimiento en el pueblo colombiano. Hasta ahora, más de una docena de
políticos, incluso senadores y otros oficiales del gobierno, todos
pertenecientes a partidos o grupos aliados a Uribe, están presos como
resultado de estas conexiones. Y eso no es todo.
Según no solamente defensor@s de los derechos humanos sino también de
los demás paramilitares, las investigaciones y las detenciones
subsecuentes están aumentando y acercándose mucho al mismo Uribe. Y
los testimonios de paramilitares “reinsertados” o
“desmovilizados” sólo han comenzado a revelar la
enmarañada red de crímenes, asesinatos y gran corrupción que
involucra a las FFAA, la policía, oficiales gubernamentales de Colombia,
al presidente y a varias corporaciones de los EEUU.
Un video revelador
Dan Kovalik, un abogado del sindicato Trabajadores Unidos de la Industria del
Acero de los EEUU, (United Steel Workers), representa a los familiares de tres
empleados asesinados de Drummond, empresa minera estadounidense. Esta
corporación actualmente está en medio de un proceso legal en la corte
federal en Alabama por haber utilizado paramilitares en contra de sus empleados
en Colombia. Durante sus esfuerzos investigativos para la demanda del USW
contra Drummond, Kovalik encontró un video grabado el 31 de octubre de
2001, en Antioquia, departamento norteño de Colombia. En el video se ve a
Uribe, entonces candidato a la presidencia, estrechando la mano de un jefe
paramilitar muy conocido de esa zona, Frenio Sánchez Carreño,
también conocido como Comandante Esteban. El vocero de Uribe negó una
relación entre ellos diciendo que Uribe “no estaba consciente de que
la persona era paramilitar o tenía conexiones con ellos”.
Kovalik respondió en un articulo publicado en el número del 15 de
junio del periódico Nuevo Herald, basado en Miami, que “Es razonable
suponer que Uribe debe haber sabido que se reunía con miembros de las
Autodefensas Unidas de Colombia, AUC—paramilitares—incluso el
Comandante Esteban, dada su alta notoriedad”.
Un artículo publicado en Semana.com de Colombia da credibilidad a la
aseveración de Kovalik en el artículo en el Nuevo Herald, diciendo,
“El periódico también afirma que durante ese período, el
nombre del Comandante Esteban era muy conocido entre los sindicalistas de
Barrancabermeja. Doce días antes de la reunión, Esteban firmó un
mensaje de las AUC, denunciando a los sindicalistas de la región, algo que
provocó una huelga de 24 horas por los trabajadores de ECOPETROL. Esta
noticia tuvo repercusiones a nivel nacional”.
Socios de Uribe bajo investigación
Aunque Uribe niega la asociación con los paramilitares, hay un reporte del
Departamento Secreto vinculando al actual Comandante General del Ejército
Mario Montoya con los paramilitares de Medellín. En julio, la Corte
Suprema de Justicia inició una investigación de tres congresistas
más por la misma razón. Entre ellos estaba el primo hermano de Uribe,
el Senador Mario Uribe. El vicepresidente de Uribe, Francisco Santos,
también está bajo sospecha por asociación con paramilitares,
particularmente con Carlos Castaño.
Jorge Noguera, el ex director del Departamento de Seguridad (DAS) fue arrestado
de nuevo el 6 de julio. Noguera, quien fuera nombrado a su puesto por Uribe,
estuvo encarcelado en febrero pasado y acusado de haber permitido la
infiltración de paramilitares en el DAS. También fue acusado de haber
otorgado a los paramilitares una lista con nombres de sindicalistas, muchos de
los cuales fueron asesinados subsecuentemente.
Noguera había estado en la cárcel por un mes cuando una juez
decidió en marzo que su detención era ilegal debido a la falta
técnica de que el fiscal en su caso era solo un “diputado” en
vez de ser el fiscal general. Después de esta ridícula decisión,
el fiscal emitió un nuevo mandato en el que decía que había
evidencia que conectaba a Noguera con los paramilitares.
Estos “parapolíticos” como les llaman en Colombia, están
ahora en el sistema de justicia. Sus testimonios podrían ofrecer más
información sobre las alianzas paramilitares de otros, incluyendo a Uribe.
Por esa razón, y para “proteger” a sus amigos
parapolíticos, Uribe tendrá que ingeniarse alguna manera para
ayudarlos a salir de ese atolladero.
A finales de mayo Uribe propuso una ley que ayudaría a los políticos
que son socios de los “paras” pero que no hayan cometido
ningún crimen “atroz” y confiesen la “verdad”. Ni
sus adversarios ni los parapolíticos, quienes se opusieron a la parte de
la propuesta que les impediría ocupar un puesto público, aceptaron
esta propuesta de ley.
Las exoneraciones unilaterales de Uribe: ¿montaje,
encubrimiento, o ambos?
A finales de mayo Uribe unilateralmente liberó a más de 100 presos
que él identificó como miembros de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC), el mayor enemigo de Uribe con quien él
se ha negado a negociar. Las FARC niegan que todos fueran miembros activos de
su organización.
Uribe también liberó a Rodrigo Granda, miembro de las FARC
responsable de relaciones internacionales, para actuar como “negociador
de paz”. Granda dijo que él toma órdenes sólo del
secretariado de las FARC. Para que las negociaciones sobre el intercambio de
prisioneros tengan éxito, los dos lados tienen que sentarse a planearlas.
Pero Uribe lo que estuvo haciendo fue un gesto teatral y en realidad no estuvo
abierto al discurso. Granda eventualmente se fue a Cuba, nación que le
había ofrecido asilo.
Algunos días más tarde, el 18 de junio, el gobierno colombiano
emprendió una operación militar para rescatar a políticos que
las FARC habían retenido. Once diputados de Cali murieron en el fuego
cruzado. Uribe acusó a las FARC de matarlos.
Cambio humanitario
Con aprobación de los Estados Unidos, Uribe había llamado
consistentemente a un rescate militar de los rehenes. Esta actitud ignora
completamente la demanda de la mayoría del pueblo colombiano, incluyendo
la mayoría de los parientes de los rehenes, quienes quieren ver un cambio
humanitario negociado. Interpretando completamente mal la situación, Uribe
llamó a manifestaciones el 5 de julio para “condenar el
terrorismo”, que para él quiere decir condenar las FARC. Pero miles
de personas salieron con consignas de “intercambio humanitario
ahora”, y much@s culparon al gobierno por las muertes de los once
diputados, declarando como irresponsable a la administración de Uribe.
En una muestra descarada de crueldad para los parientes de las víctimas,
oficiales del gobierno local en Cali criticaron a Carolina Charry, hija de una
de las víctimas, cuando ella agradeció a los presentes en la
manifestación, por su solidaridad y “ por movilizarse para rechazar
las políticas de gobierno que están manchadas con la sangre de mi
amado padre. . . un presidente indolente se negó a escuchar cuando en
todos los tonos le suplicaron declarar a Pradera y Florida Zona de Encuentro
para el Acuerdo Humanitario”.
El verdadero terrorista
Los terroristas verdaderos, conocidos por millones de colombian@s, son los
criminales paramilitares que están aliados con las fuerzas del gobierno y
el imperialismo estadounidense. A través del Plan Colombia, las
corporaciones estadounidenses con ayuda del Pentágono, conspiran para
robar la riqueza y los recursos naturales del pueblo colombiano.
No nos olvidemos de las víctimas de los crímenes de los
paramilitares: cerca de 5.000 miembr@s de la Unión Patriótica
asesinad@s; 4 millones de gente desplazada; cientos de asesinatos ya confesados
por sólo uno de los paramilitares; cientos de cuerpos siendo desenterrados
de fosas comunes; más de 3.000 personas secuestradas; los 10.000 cuerpos
que se espera sean encontrados en varias fosas comunes según el fiscal
general.
“Dime con quién andas y te diré quién eres” expone
el carácter de Uribe. La estrecha compañía de los paramilitares
criminales ha sido su gran problema.
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