Las mujeres y la Revolución Bolivariana
Por Minnie Bruce Pratt En una conmovedora e histórica
noche, un distinguido panel de mujeres líderes venezolanas trajeron las
realidades visionarias de su Revolución Bolivariana a la Ciudad de Nueva
York el 24 de enero. El Círculo Bolivariano Alberto Lovera fue el
anfitrión del evento que se llevó a cabo en la Iglesia Comunitaria
de Nueva York. Las oradoras incluyeron a mujeres que participaron en la
lucha revolucionaria en Venezuela por más de 40 años, veteranas de
luchas armadas, luchas estudiantiles y de la lucha por la igualdad de la
mujer. Entre la oradoras estuvieron, María León, presidenta
del Instituto Nacional de la Mujer (INAMUJER); Nora Castañeda, presidenta
del Banco de Desarrollo de la Mujer; Ana Elisa Osorio, miembra de la junta
directiva de INAMUJER; María del Mar Álvarez Lovera, Defensora
Nacional de los Derechos de la Mujer; Reina Arratia, miembra de la
Comisión Presidencial para Prevenir y Eliminar la Discriminación
Racial; y Doris Acevedo, secretaria general de INAMUJER. Sus
presentaciones demostraron claramente los avances en derechos económicos,
legales, reproductivos y educacionales para la mujer y las realidades que
Venezuela adelanta bajo el liderazgo del Presidente Hugo Chávez. Ellas
fueron presentadas por activistas del movimiento progresista de los Estados
Unidos. En su saludo de bienvenida al panel y a la audiencia, Leonor C.
Osorio Granado, la Cónsul General de la República Bolivar iana de
Venezuela en Nueva York, enfatizó con mucho orgullo que la actual
constitución venezolana es la primera en América Latina en usar un
lenguaje no sexista para así poder reconocer las necesidades de tanto
mujeres como hombres, y de niñas y niños. La constitución
brinda a la mujer una ciudadanía completa, total igualdad de empleo entre
hombres y mujeres, y con dena la discriminación, el hostiga miento sexual
y la violencia doméstica contra las mujeres. El Artículo 88
de la constitución también “reconoce el trabajo casero como
una actividad económicamente productiva, otorgándole así a
las amas de casa los beneficios de seguridad social.” El Artículo
75 declara que “las relaciones familiares están basadas en la
igualdad de derechos y responsabilidades, en la solidaridad y la
comprensión mutua y el respeto recí proco,” en un intento de
aliviar el largo día laboral de la mayoría de las mujeres.
(www.venezuelanalysis.com) La presidente de INAMUJER, María
León, enfatizó que la naturaleza pacífica de la
Revolución Bolivariana significa que las mujeres pudieron poner de frente
sus necesidades en vez de hacerlas secunda rias mientras socorrían a
heridos y desplazados de un conflicto violento. Sin embargo, ella anotó
que l@s venezolan@s son un “pueblo revolucionario pacífico, pero no
desarmado,” y que las fuerzas militares en el país estaban en
unidad con las necesidades civiles bajo el Presidente Chávez. Dijo
que antes de la revolución, pequeños grupos de mujeres luchaban
por sus derechos, pero el progreso era muy lento. Los millones de mujeres y
hombres en las calles durante la revolución también ayudaron a
crear la gloriosa posibilidad de una revolución en los Estados Unidos y
en todo el mundo. León fue presentada a la audiencia por Leslie
Cagan, coordinadora de una coalición de grupos contra la guerra, Unidos
por la Paz y la Justicia, (United for Peace and Justice,) quién
habló de la urgente necesidad de detener la guerra contra Irak y hacer
que las tropas regresen a casa ya. Monica Somocurcio, representante de la
coalición ANSWER, otra importante coalición de grupos contra la
guerra, alabó a las panelistas por haber llevado a cabo “una
heroica lucha, no sólo para las mujeres, sino para la humanidad,” y
prosiguió a la presentación de Nora Castañeda, presidenta
del Banco de Desarrollo para la Mujer (BANMUJER). Castañeda, una
economista, destacó que las mujeres son las más pobres entre los
pobres del mundo, siendo femenina quizás un 70 por ciento de la humanidad
empobrecida. Entonces, apuntó, que para poder bajar el nivel de pobreza
alrededor del mundo, hay que dirigirse a las necesidades de las mujeres,
incluyendo la salud en general, la reproductiva y sexual, además de las
necesidades económicas y la alfabetización. El banco
administra programas financieros y sociales bajo el principio de “para
todo a los todos”, que significa una economía popular que beneficia
a todo el mundo. El banco conduce talleres sobre los derechos reproductivos y
sexuales con el Ministerio de Salud y Barrio Adentro, clínicas manejadas
por doctores cubanos. El banco también otorga micro créditos a
grupos de mujeres para proyectos que puedan subir su nivel de vida, el de sus
familias, y el de la comunidad en general. La tercera panelista, Ana Alisa
Osorio, ex ministra del Ambiente y Recursos, y miembra de INAMUJER, fue
presentada por Teresa Gutiérrez, codirectora del Centro de Acción
Internacional y miembra de la Coalición Tropas Fuera Ya (TONC por las
siglas en inglés), otra importante coalición antiguerra de los
Estados Unidos. Gutiérrez dio la bienvenida a las delegadas y
aplaudió el espectro amplio de organizaciones políticas de los
EEUU y los puntos de vista representados en la audiencia y en la tarima.
Expresó con entusiasmo que esto puede reforzar la unidad en los EEUU
además de incrementar la solidaridad con el derecho de Venezuela a
construir la sociedad que desea. Ella también observó que,
“Cuando defendemos a Venezuela, a la misma vez defendemos nuestra querida
Revolución Cubana, y a los Cinco Héroes Cubanos, todavía
encarcelados en los Estados Unidos. Estamos luchando por Venezuela, por Cuba, y
por toda Latinoamérica”. Osorio destacó que un
problema central de Venezuela es que heredó una “deuda
social” por los siglos de explotación de su pueblo.
Enfatizó que la meta era “una sociedad construida sobre una
ética revolucionaria” y sobre el principio de la “igualdad en
la diversidad”, en vez de sobre “un modelo del Primer Mundo”.
La Constitución de Venezuela otorga todos los derechos, incluso el
derecho al pueblo indígena de volver a sus tierras, y una campaña
de masas, la Misión Guaicaipuro, que fue establecida para enfocar en sus
necesidades. Las necesidades y los conocimientos de los pueblos
indígenas están incorporados en otras campañas masivas.
Por ejemplo, la Misión Robinson, que virtualmente eliminó el
analfabetismo en el año 2005, inclu yendo a las mujeres que
constituían un 65 por ciento de los que no podían leer ni
escribir, usó materias docentes bilingües, en español y en
los idiomas indígenas. Las iniciativas de salud en el interior del
país, incorporan conocimientos medicinales indígenas; equipos de
enfermeras son reclutadas quienes mezclan las prácticas médicas
modernas con las tradicion ales desarrolladas a través de miles de
años. Hye-Jung Park de la Red Coreana para la Unificación y
el Congreso para la Unificación de Corea habló apasionadamente
sobre la esperanza que ha despertado la Revolución Bolivariana entre las
mujeres alrededor del mundo que luchan en contra de la guerra, el
desplazamiento, la pobreza, el hambre y contra el SIDA. “Las mujeres
unidas -madres, lesbianas, amas de casa y trabajadoras - alimentan esta
esperanza. Luchemos juntas por la solidaridad, no dejemos que nuestras manos se
desunan.”, dijo. Ella introdujo a María del Mar
Álvarez Lovera, Defensora Nacional de los Derechos de la Mujer, quien
habló con tristeza de tantas venezolanas muertas, torturadas y
desaparecidas durante los 40 años de “la llamada democracia”
apoyada por los EEUU que precedió la Revolución actual. Ella dijo
que el trabajo de INAMUJER es el de exponer esta historia secreta a la
generación más joven, como parte de la lucha en contra de la
violencia doméstica. En adición, el instituto de la mujer conduce
clases en todas las comunidades para educar al pueblo de que la violencia
doméstica no es culpa de la mujer, y para prestar ayuda legal en el
sistema judicial a las mujeres que han sido asaltadas. Nieves Ayres de La
Peña del Bronx y Mujeres Trabajadoras por la Paz reconoció a las
innumerables mujeres no reconocidas que habían sido torturadas o
asesinadas al resistir, desde Puerto Rico hasta Palestina y Chile. Ella
habló de la necesidad de una revolución que empiece en
“nuestras propias casas”. Ella presentó a Reina
Arratia, miembra de la Comisión Presidencial para Prevenir y Eliminar la
Discriminación Racial, quien dijo con gran sentimiento que “a las
mujeres negras, a las mujeres indígenas, a todas las mujeres nos ha dado
esperanza la Revolución Bolivariana,” tanto que durante las horas
del golpe intentado contra Chávez en 2002, dirigido por los Estados
Unidos, ella sintió como “si se me hubiera acabado mi vida”.
Pero, al volver Chávez a su puesto presidencial, la esperanza fue
restaurada a mujeres como ella, de descendencia africana, una cantidad grande de
quiénes viven en la pobreza pero que ahora están participando en
el proceso transformativo de la lucha política. Ella relató que en
los años anteriores al Presidente Chávez ninguna mujer de
descendencia africana jamás había participado en una
delegación internacional venezolana, como ahora ella lo
hacía. La oradora final, Doris Acevedo, secretaria general de
INAMUJER, organización que se enfoca en investigaciones sobre la salud y
el trabajo, fue presentada por la Dra. Andrea-Nicola McLaughlin, fundadora del
Instituto de Mujeres Negras y la Dra. Betty Shabazz, con Cátedra en
Justicia Social en el Colegio de Medgar Evans. La Dra. McLaughlin
señaló el contraste entre el gobierno de Venezuela y el de Estados
Unidos en cuanto a las necesidades de sus pueblos. Dijo que la ciudad de Nueva
York está experimentando la tasa más alta de desamparo desde la
Gran Depresión, y habló del “racismo y clasismo”
prevalente después del Huracán Katrina. Habló de la
necesidad de terminar la guerra estadounidense contra Irak y dijo que:
“Para tener paz, necesitamos la verdadera libertad. Para tener libertad,
necesitamos justicia social. Y para tener justicia, necesitamos
revolución.” Acevedo dijo que una de las campañas
claves de INAMUJER es que las mujeres logren el 50 por ciento de los puestos en
la Comisión Electoral Nacional, la Asamblea Nacional, gobernaciones, y
otros puestos elegidos por el voto popular. Actualmente solo 12 por ciento de
los diputad@s en la Asamblea Nacional son mujeres. Sin embargo, desde la
ejecución de la nueva constitución, las mujeres “han
desempeñado papeles claves, tanto en el gobierno como en las ONG’s,
al formular, avanzar y reformar una amplia gama de leyes en diversos campos,
incluyendo pero no limitada a la salud, educación, medio ambiente,
reformas agrarias, derechos de l@s indígenas, y derechos reproductivos.
La participación de las mujeres en la sociedad civil ha sido decisiva
para llevar a cabo campañas públicas para aumentar la conciencia
pública sobre las cuestiones que toca a la mujer y para crear programas
para ellas.” Acevedo entonces solicitó a la audiencia,
“Nosotras necesitamos su ayuda, su soli dari dad. Ésta es una lucha
de las Américas —del norte, del centro, del sur—de todas las
Américas—con las mujeres en la vanguardia en las calles.”
Terminó diciendo, “Una revolución no es una
revolución de discursos. Es una revolución de acción. Somos
trabajadoras permanentemente en lucha y queremos su solidaridad. De ustedes a
nosotras, y de nosotras a ustedes!” Justo antes de la
recepción con la música del conjunto de mujeres percusionistas,
Las Yaya, acaeció la emocionante culminación de la
noche. William Camacaro del Círculo Bolivariano Alberto Lovera, le
presentó una placa a María del Mar Álvarez Lovera, viuda
del guerrillero martirizado cuyo nombre lleva el grupo. Ella leyó la
inscripción en voz alta, terminando con las palabras, “Alberto
Lovera. ¡Con nosotr@s todavía presente!”
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