Crecen las protestas contra la ‘Escuela de Asesinos’
Por Dianne Mathiowetz Atlanta, Georgia
Mientras aumenta el ímpetu para cerrar la infame escuela de
entrenamiento para soldados latinoamericanos conocida como la
Escuela de las Américas, (EA), rebautizada con el nombre del
Instituto del Hemisferio Occidental para la Seguridad y la
Cooperación (IHOSC) en el 2001, la administración de
Bush quedamente ha dado pasos para expandir la cifra de
países elegibles para participar en el programa.
En el año 2002, el Congreso pasó una legislación
que prohibiría el entrenamiento militar a países que no
eximieran a los soldados estadounidenses de la posibilidad de
enfrentar juicios por crímenes de guerra. Sin embargo, ahora
que
vari@s candidat@s progresistas han obtenido la presidencia por
toda América Latina, Estados Unidos ha ignorado esta ley que
la Secretaria del Estado, Condoleezza Rice describe como
“haciéndonos daños a nosotros mismos”.
Por décadas, el entrenamiento de estas fuerzas militares ha
provisto a los intereses políticos y económicos
estadounidenses, de aliados fieles en la lucha para suprimir la
resistencia popular a la explotación y la pobreza en
América Latina.
Con vista a tratar de re-obtener la influencia en el
ejército y prevenir el éxito de la resistencia popular,
el 2 de octubre la administración de Bush le quitó esa
prohibición a 21 países, 11 de éstos parte de
América Latina o del Caribe.
Unos 60.000 soldados de combate y oficiales han sido entrenados
por el Pentágono desde el establecimiento de este programa
en 1946. Movida en 1984 de Panamá al Fuerte Benning en
Columbus, Georgia en los Estados Unidos, a la EA se le conoce
más como la “Escuela de los Asesinos.” Sus
graduados consistentemente están entre los más famosos
asesinos responsables de masacres y torturas y dictadores en las
sangrientas páginas de agitación social en docenas de
países desde Colombia a Haití, hasta El Salvador y
Chile.
Sindicalistas, defensor@s de derechos humanos, líderes
campesin@s, maestr@s, poetas, estudiantes, personas religiosas y
decenas de miles de otr@s civiles,
much@s de comunidades indígenas, han sufrido muerte,
violaciones, torturas y exilio a manos de soldados entrenados en
la EA.
El 16 de noviembre de 1989, seis padres jesuitas, el ama de
llaves y su hija adolescente fueron sacad@s de sus camas a media
noche y brutalmente asesinad@s por un grupo de soldados
salvadoreños entrenados por la EA. Otras atrocidades
cometidas por graduados de la EA en esa misma década
incluyen la muerte del Arzobispo Oscar Romero mientras daba misa
en la Catedral en San Salvador, muchas masacres de gran escala en
las villas rurales y la violación y el asesinato de cuatro
monjas.
El año siguiente, en el 1990, el Padre Roy Bourgeois, un
sacerdote Maryknoll veterano de la Guerra de Vietnam que
había sido testigo de la miseria y la represión
mientras trabajaba como misionero católico en Bolivia y El
Salvador, encabezó un pequeño grupo de manifestantes
que fueron a la entrada del Fuerte Benning, demandando que la
Escuela de las Américas sea cerrada y que EEUU termine su
política de establecer gobiernos títeres en
Latinoamérica.
Ya para el 2005, el número de lo que actualmente es un
evento de varios días de educación, desobediencia
civil, protesta, celebración y recuerdo solemne de todas las
víctimas de la EA, había crecido a 19.000 personas que
venían desde todas las partes del país, con una
participación numerosa de jóvenes de escuelas
secundaria y de colegios.
A través de los años, decenas de personas han
“cruzado la línea”, trayendo su mensaje de
justicia y paz hasta la misma base y han sido condenad@s a meses
en cárceles federales por haber “traspasado” el
terreno de la base militar.
En la protesta del 2000, miles de personas literalmente
desafiaron las órdenes de retirarse y entraron en la base,
confundiendo a los militares, y a la policía local que no
tenían la capacidad para arrestar o detener a tod@s.
Luego del 11 de septiembre de 2001, la entrada al Fuerte Benning
fue cerrada con barricadas levantadas y coronadas con alambre de
púas. Sobrevolaban helicópteros y cientos de
policías rodearon la multitud, a la que no pudieron
silenciar su demanda de cerrar la EA.
Fuera de ello, la guerra contra Irak y Afganistán, las
revelaciones de torturas en Guantánamo y Abu Ghraib, la
ocupación brutal de Palestina y del Sur del Líbano por
Israel/EEUU y otras cuestiones similares, han reforzado las
cifras de participantes y la resolución de la protesta en el
Fuerte Benning, por lo que l@s organizador@s esperan la
asistencia de más de 20.000 personas este año.
En el 2004, el presidente Hugo Chávez de Venezuela
anunció que su país no iba a enviar sus soldados para
ser entrenados en los “derechos humanos y la democracia al
estilo de los EEUU”. Este año, los gobiernos de
Argentina y Uruguay hicieron anuncios semejantes.
El país que actualmente tiene la cantidad más grande de
sus fuerzas militares aprendiendo tácticas de
contrainsurgencia, control antimotín, técnicas de
francotiradores, y guerra de alta tecnología es Colombia,
donde una guerra civil de 40 años enfrenta a la
oligarquía apoyada por las enormes empresas multinacionales
y el gobierno de los EEUU, contra l@s trabajador@s, l@s pobres y
l@s indígenas.
Una vez más, los graduados de la EA han sido identificados
como los responsables de masacres recientes, torturas y la
“desaparición” de miles de hombres, mujeres y
niños.
Este año por primera vez, manifestaciones simultáneas y
vigilias se van a llevar a cabo del 17-19 de noviembre en Buenos
Aires, Argentina; Manta, Ecuador; Santiago, Chile; Bogotá,
Colombia; Fuerte Huachuca, Arizona; y en Davis, California, entre
otros lugares.
Para más información sobre (Vigilantes de la EA)
SOAWatch y sus esfuerzos para cerrar a la Escuela de las
Américas, visite a www.soaw.org.
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